
El escenario financiero de Petroperú muestra señales de agravamiento mientras la empresa estatal afronta reclamos de proveedores por facturas impagas, rescisión de contratos por falta de fondos y la presentación de un nuevo proyecto de inversión de S/1.300 millones para la “modernización” de la Nueva Refinería Talara (NRT).
Los datos a septiembre de 2025 muestran que la promesa de viabilidad financiera permanece lejana y el riesgo de un nuevo rescate estatal se vuelve cada vez más inminente, según Jesús Fernando De la Torre, exgerente corporativo de finanzas de Petroperú y consultor en reingeniería de negocios y reestructuración de pasivos.
La situación financiera de Petroperú se deteriora ante riesgo de rescate estatal
Al cierre del tercer trimestre los ingresos por ventas de Petroperú crecieron un 14% frente al trimestre anterior y el margen bruto pasó de -6,6% en junio de 2025 a 5,7% en septiembre. Sin embargo, este repunte no logró alcanzar el margen positivo que la empresa registró en 2021, poco antes de la puesta en marcha de la NRT, cuando cerró el año con un 10,8%.
El informe del exgerente general de la compañía tras la renuncia de Hugo Chávez Arévalo recoge, además, un fuerte incremento de los gastos operativos. Entre julio y septiembre, estos gastos subieron 43%, al pasar de US$41,6 millones en el segundo trimestre a US$59,3 millones en el tercero.
Pese a que la empresa reportó “menores gastos de operación netos de consumo propio” —un indicador excepcional derivado de una extensión de la vida útil de los activos de la NRT—, la práctica genera dudas sobre la transparencia de la contabilidad y la sostenibilidad de la estrategia financiera.
Petroperú: deterioro patrimonial obliga a convocar junta de accionistas
En el mismo análisis se destaca que, aunque la pérdida trimestral resultó inferior a la del periodo anterior, la pérdida acumulada ya representa el 52% del capital social de la empresa. De la Torre advierte que este nivel de deterioro patrimonial motivó la convocatoria a una Junta General de Accionistas en septiembre de 2025, cumpliendo con obligaciones legales establecidas en la Ley General de Sociedades.
A nivel de balance general, el deterioro financiero de Petroperú también se refleja en su creciente apalancamiento: la deuda total llegó a 3,8 veces el capital propio, frente al 0,2x de ENAP en Chile y el 0,75x que presentan empresas de referencia internacional en el sector.
El déficit de liquidez, si bien pasó de US$2.333 millones a US$1.347 millones, no obedeció a una mejora real en la operatividad, sino a la postergación hasta 2028 de una deuda de US$1.000 millones con el Banco de la Nación, en virtud del Decreto de Urgencia 013-2024. Según De la Torre, de no haberse aplicado esta prórroga, el déficit de capital de trabajo hubiera crecido en otros US$14 millones adicionales.
El apalancamiento de Petroperú supera ampliamente a empresas comparables en la región
El especialista financiero señala que las causas de la crisis deben buscarse en la prolongada ineficiencia y sobrecostos asociados a la NRT y en la persistencia de esquemas de contrataciones y adquisiciones cuestionados, más que en factores coyunturales o externos.
De acuerdo con De la Torre, con un margen bruto de solo 5,7% y gastos operativos disparados, la primera empresa petrolera del país no ha revertido el deterioro estructural que arrastra desde antes de la inauguración de la refinería.
De la Torre concluye que el deterioro financiero es tal que la probabilidad de que Petroperú requiera un nuevo rescate estatal antes de julio de 2026 es muy alta, a pesar de los esfuerzos por postergar obligaciones y de las promesas incumplidas de mayor rentabilidad.



