Según el SENAMHI, en noviembre, Piura sufrió las lluvias más intensas registradas en ese mes en más de 60 años, lo que generó inundaciones que afectaron viviendas, vías y servicios básicos. En este contexto, el Índice Regional de Sostenibilidad Ambiental (IRESA), elaborado por el IPE, cobra especial relevancia pues permite evaluar cómo las regiones gestionan sus recursos naturales y enfrentan amenazas ambientales.
Los resultados del IRESA evidencian que las regiones con mayor sostenibilidad ambiental también son más competitivas y tienen un PBI per cápita más alto.
IRESA 2025
El índice considera 14 indicadores agrupados en dos pilares: (i) Calidad ambiental, que mide el estado y la conservación del entorno natural, y (ii) Gobernanza ambiental y gestión de riesgos, que analiza la capacidad de los distintos niveles de gobierno para prevenir y responder ante amenazas. En la edición 2025, Piura se ubicó en el puesto 10 de 25 regiones en el IRESA, un avance de tres posiciones respecto a 2019.
Evolución de las regiones de la macrorregión norte, 2019–2025 (puestos del 1 al 25)
Fuente: IPE
Gobernanza ambiental y gestión de riesgos
En el pilar de Gobernanza ambiental, Piura avanzó 14 posiciones entre 2019 y 2025, del puesto 23 al 9. Esto se explica por la mejora en el puesto en cinco de los siete indicadores que conforman el pilar. Por ejemplo, destaca el incremento en la ejecución del gasto público destinado a la prevención y reducción de desastres. Entre la edición 2019 y 2025, el nivel ejecutado se elevó de 57.9% a 87.8%, alcanzando el promedio nacional (87.8%).
Sin embargo, la gestión del agua continúa siendo el principal desafío de la región en el pilar de Gobernanza ambiental. Piura presenta el segundo mayor porcentaje de agua no facturada del país, entendida como el agua producida que no se convierte en ingresos. Entre 2019 y 2025, este valor aumentó de 51.7% a 62.5%, por encima del promedio nacional (38.5%). Ello afecta directamente la sostenibilidad financiera de la EPS Grau, la mayor empresa prestadora de la región, al reducir los ingresos disponibles para mantenimiento, ampliación de redes e inversiones necesarias para mejorar la calidad del servicio.
Piura también retrocedió en el indicador de vivienda informal, al pasar de 63.3% en 2019 a 64.5% en el IRESA 2025, por encima del promedio nacional (60.5%). Cuatro de cada cinco de estas viviendas informales tienen techos elaborados con calamina, fibras de cemento o esteras, materiales frágiles frente a lluvias y vientos fuertes. Su vulnerabilidad quedó en evidencia en el Fenómeno El Niño Costero de 2023, donde más de 10 mil viviendas fueron afectadas en la región, entre destruidas, inhabitables y dañadas.
Calidad ambiental
En el pilar de Calidad ambiental, Piura avanzó del puesto 11 al 10 entre 2019 y 2025. Sin embargo, los resultados por indicador fueron mixtos. Del lado positivo, Piura es la séptima región con mejor calidad del aire. Aunque los niveles de material particulado fino (PM2.5) aumentaron de 18.0 a 19.9 microgramos por metro cúbico, se mantiene por debajo del estándar establecido por el MINAM (25 microgramos por metro cúbico).
Sin embargo, del lado negativo, el principal desafío en calidad ambiental es el acceso a agua segura. La proporción de población que recibe agua con niveles adecuados de cloro residual cayó de 24.2% a solo 6.3% entre 2019 y 2025. Este retroceso no solo sitúa a Piura como la segunda región con peor desempeño a nivel nacional, sino que reafirma limitaciones estructurales en la gestión del recurso hídrico. Según la Contraloría, varios pozos de agua subterránea operados por la EPS Grau presentan fallas críticas como ausencia de cilindros de cloro gas, fugas y falta de instrumentos esenciales para monitorear la desinfección.
Piura y Perú: Acceso a agua segura*, 2018-2024
(% de la población con acceso a agua con el nivel adecuado de cloro residual)
*/Acceder a agua segura implica que el nivel de cloro residual del agua a la que accede la población es mayor o igual a 0.5 mg/L Fuente: SUNASS.
Recomendaciones
Las estrategias de sostenibilidad en Piura deben acompañarse de un entorno económico que impulse la inversión y el empleo local. Para reducir el agua no facturada y garantizar un servicio sostenible, es esencial que la EPS Grau fortalezca la micromedición y la cobranza con el acompañamiento de SUNASS. Sin una recaudación adecuada no es posible seguir invirtiendo en infraestructura, por lo que también resulta clave impulsar mecanismos de colaboración público-privada, como APP y OXI, para mejorar la capacidad operativa de las EPS.
Además, la actualización de los estudios tarifarios y una mejor planificación urbana permitirán ampliar el acceso a servicios de agua y saneamiento de calidad, y preparar mejor a la región frente a eventos naturales como las recientes lluvias intensas.
(*) Artículo elaborado por Gonzalo Manrique, economista senior del IPE, con colaboración de Yamilet Senosaín.
