
Una mujer fue intervenida por comerciantes y ronderos en la provincia de Requena, en Loreto, tras ser acusada de cometer múltiples robos en tiendas de ropa y utilizar a sus dos hijos menores de edad para sustraer mercadería. Los denunciantes señalaron que la implicada habría llegado desde Iquitos para cometer actos ilícitos.
El hecho quedó registrado en video y difundido por medios locales. En las imágenes se observa a la mujer rodeada por comerciantes y por ronderos llamados ‘Águilas de la Justicia’, mientras revisan las prendas que llevaba consigo. En un momento, la acusada aparece de rodillas, llorando y pidiendo perdón, mientras quienes la intervinieron le exigen devolver todos los productos que habría sustraído.
Los comerciantes señalaron que la mujer habría robado prendas de vestir, accesorios y celulares empleando un mismo patrón: entraba a los locales acompañada de sus hijos, quienes se acercaban a los mostradores o entablaban conversación con los trabajadores mientras ella escondía la mercadería. Tras la intervención, los ronderos encontraron una gran cantidad de ropa en su poder, incluida mercadería nueva aún con etiquetas.
Pide perdón tras ser capturada
El incidente ocurrió en una zona comercial donde, según los propios vendedores, ya se había advertido sobre la actitud sospechosa de esta mujer.
En el video difundido se escucha a personas reclamándole que utilizara a sus hijos para distraer a los vendedores y se observa el momento en que le ordenan arrodillarse para pedir disculpas, mientras recuperaban algunas de las prendas.
Los ronderos indicaron que la mujer estaría implicada en al menos cinco hurtos recientes y que varias de las prendas encontradas coinciden con mercancía reportada como desaparecida. Testigos afirmaron que la sospechosa habría estado vendiendo ropa en distintos puntos de la provincia. Los ronderos exigieron la devolución de todos los artículos hallados durante la intervención.

Preocupación por la protección de los menores
Uno de los aspectos que más indignación generó fue la participación de los dos niños. Testigos señalaron que los menores se movían por el local para distraer al personal mientras la mujer actuaba, lo que levantó alarmas sobre las condiciones en las que viven y el riesgo al que habrían estado expuestos durante los presuntos robos.
Los comerciantes expresaron su preocupación por la situación de los pequeños y pidieron que las autoridades evalúen su protección, considerando que habrían presenciado varias intervenciones y situaciones de confrontación.

No se salvó de la denuncia policial
Pese a las disculpas y a que se arrodilló para pedir que no la entregaran, los comerciantes afirmaron que la denuncia continuará. Señalaron que en los últimos meses se han registrado otros incidentes similares en la zona y que temen que este tipo de hurtos se repita si no se toman medidas firmes.
El grupo de ronderos anunció que entregará las prendas recuperadas, las imágenes registradas y los testimonios de los comerciantes a la Policía para formalizar el parte correspondiente. Los vendedores, por su parte, pidieron mayor presencia policial en los alrededores de las galerías y reforzar la coordinación con las rondas para evitar nuevos hechos.


