Buses de Santa Catalina operaron con policías tras nueva amenaza, pero choferes temen que la medida sea temporal

Los conductores de la línea expresaron su temor ante un posible nuevo ataque extorsivo contra la empresa de transporte público que opera en San Juan de Lurigancho

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Choferes y representantes denuncian que la vigilancia policial en las unidades es irregular y advierten que esta falta de continuidad los expone a nuevos ataques de falsos pasajeros. Fuente: 24 Horas / Panamericana Televisión

La empresa de transportes Santa Catalina, que opera en San Juan de Lurigancho y diversas zonas del norte y sur de Lima, sufrió un nuevo acto de intimidación criminal luego de que uno de sus conductores recibiera una carta extorsiva dentro de su unidad. El incidente, ocurrido la noche del lunes, motivó que la compañía pidiera apoyo inmediato a la Policía Nacional del Perú (PNP) y reorganizara sus rutas al día siguiente.

Desde la mañana del martes, varios buses circularon escoltados por agentes policiales como medida preventiva ante eventuales ataques. Sin embargo, trabajadores de la empresa manifestaron que la presencia de efectivos varía según la disponibilidad de personal, lo que incrementa la preocupación entre los conductores.

El reciente episodio de amenaza generó que parte de la flota quedara inmovilizada en el patio de maniobras: la línea C no operó durante la mañana y la línea B solo brindó servicio parcial. El temor aumentó entre pasajeros y choferes al recordar episodios violentos registrados en meses anteriores.

Nueva carta extorsiva incrementa el temor entre los conductores

La extorsión dirigida hacia la empresa Santa Catalina se ha transformado en un problema constante. Un informe de 24 Horas de Panamericana Televisión detalla que la última amenaza ocurrió cuando un falso pasajero abordó uno de los buses y entregó una carta, advirtiendo represalias violentas si la empresa no pagaba cupos. “Este será el último comunicado. No esperen que encendamos el gallinero y salgamos matando chofer por chofer”, consignaba el texto.

Unidades de la línea C permanecen estacionadas tras la amenaza dirigida a un conductor. | BDP

Un conductor expresó su alarma frente a la dureza del mensaje. “En cualquier momento ocurre y nos disparan, y cómo quedamos. Tenemos miedo, porque salimos temprano a trabajar. Tenemos familia, hijos”, declaró a Panamericana, al describir el fuerte impacto de estas amenazas en su labor diaria.

Buses salen con acompañamiento policial tras nueva amenaza

Tras hacerse pública la reciente amenaza, unidades de la línea B comenzaron a circular con acompañamiento policial. 24 Horas registró el momento en el que dos agentes subieron a uno de los vehículos: uno se ubicó en la parte posterior y otro junto al conductor.

En el patio de maniobras, se observó la supervisión de oficiales encargados de coordinar la protección de las unidades antes de cada ruta. Esta presencia permitió movilizar solo algunos buses, mientras otras unidades permanecieron detenidas por decisión de los conductores, a la espera de mayores garantías para operar. Pasajeros consultados por Panamericana señalaron que la presencia policial genera tranquilidad frente a la violencia recurrente.

“Ver estas medidas te da un poco más de tranquilidad y poder viajar tranquila”, afirmó una usuaria habitual. Otro pasajero lamentó los riesgos: “Le puede caer un niño, una señora o cualquier persona. Es una tragedia”.

Presencia policial en la cochera
Presencia policial en la cochera de Santa Catalina luego de conocerse la nueva amenaza criminal.

Choferes temen que la vigilancia irregular los exponga a nuevos ataques

Pese a la intervención de la PNP, representantes y conductores de Santa Catalina advirtieron que la protección policial no es constante en todas las unidades ni durante toda la jornada. José Quispe indicó a Exitosa que la promesa del Ministerio del Interior de colocar agentes vestidos de civil en buses y paraderos no se cumple de manera sostenida.

Los choferes sostienen que esta irregularidad aumenta la vulnerabilidad, sobre todo en rutas donde ya se han producido ataques perpetrados por falsos pasajeros. Varios trabajadores expresaron su rechazo a laborar sin vigilancia estable, lo que ha reducido considerablemente la operación en los últimos días.

La preocupación se extiende también a los usuarios, quienes dependen de estas líneas para desplazarse entre San Juan de Lurigancho, Lima Cercado y Villa María del Triunfo. Las autoridades continúan con operativos en zonas en las que ocurrieron amenazas previas, mientras la empresa exige medidas permanentes para prevenir nuevos incidentes y garantizar la seguridad de trabajadores y pasajeros.

Policías acompañan los recorridos de
Policías acompañan los recorridos de los buses como medida temporal frente a los recientes hechos de extorsión. Foto: Composición Infobae Perú

De acuerdo con el representante de la compañía, José Quispe, la situación se ha agravado en los últimos meses. En entrevista con Exitosa, afirmó que las extorsiones “han aumentado” y que, a pesar del apoyo policial, las amenazas persisten. “La policía nos está garantizando que habrá efectivos en las unidades. Pero nada acaba ahí, la extorsión sigue día a día. Hoy a dos empresas de bus han atacado”, sostuvo.

Quispe subrayó que casi toda la empresa está afectada y que los ataques no distinguen rutas. Explicó que los atentados previos dejaron cinco heridos y, pese a reuniones con altos mandos policiales, no se ha logrado identificar ni capturar a los responsables. “Hay falta de efectividad en el tema de investigación”, declaró a Exitosa.

La vulnerabilidad del sector transporte, la insuficiencia de respuestas policiales y el temor generalizado marcan la actualidad de los trabajadores y pasajeros, que esperan acciones concretas para poner fin a la violencia.