La violencia contra el transporte público sumó un nuevo episodio en el cruce de Canta Callao con la avenida Pacasmayo, donde una cúster de la empresa Etunigesa terminó perforada por varios impactos de bala a primeras horas de la mañana. El ataque ocurrió frente a otros vehículos que esperaban iniciar ruta en un paradero informal, situado en una zona de alta circulación entre el Callao y San Martín de Porres.
El vehículo permanecía estacionado cuando una motocicleta se aproximó y abrió fuego directamente hacia la ventana del conductor. La unidad recibió más de tres disparos y uno de los proyectiles quedó incrustado en el marco metálico lateral. El chofer, de nacionalidad venezolana, se arrojó al piso del vehículo y logró salir ileso, pese a la secuencia de balazos que perforó la luna delantera y parte de la carrocería.
Ataque en zona de transporte
El atentado ocurrió alrededor de las 5:30 a. m., en un punto donde varias empresas de transporte se agrupan para iniciar su recorrido. En ese espacio suelen estacionarse unidades de distintas rutas, entre ellas la 1172, que cubre trayectos entre San Martín de Porres y Ventanilla. Testigos indicaron que la cúster atacada acababa de encender el motor para salir a recoger pasajeros.

El conductor evitó hablar ante cámaras por temor y por el fuerte impacto emocional que le dejó el ataque. Permaneció cerca del vehículo acompañado de familiares y agentes policiales que cercaron la zona. Pasajeros y personas que aguardaban en el paradero corrieron al escuchar los disparos y abandonaron la zona sin que se registraran heridos adicionales.
Disparos directos al piloto
Las marcas de bala quedaron visibles en la luna delantera y en el vidrio lateral izquierdo. Uno de los orificios mostró el trayecto de un proyectil que terminó atrapado en la estructura metálica de la ventana. Los atacantes dirigieron los disparos exclusivamente hacia el lado del piloto, según las primeras observaciones de la policía y de los equipos de prensa que llegaron al lugar.
Una cámara de seguridad ubicada en la intersección registró imágenes posteriores al ataque. En ellas se aprecia una motocicleta que se aleja de la zona a gran velocidad. El vehículo pierde un objeto en plena marcha, aunque no se distingue si se trata del arma usada o de otro elemento. La policía inspeccionó la vía para localizar cualquier rastro que permita identificar a los responsables.
Vecinos afirmaron que dos motocicletas rondaron el punto minutos antes del atentado. Además, señalaron la presencia de un automóvil de color oscuro con lunas polarizadas que permaneció estacionado cerca del paradero. Las primeras versiones apuntan a que los atacantes esperaron a que la unidad avanzara para abrir fuego en un momento en el que aún había poca visibilidad y escaso flujo de peatones.
Policía investiga y revisa cámaras
Agentes de la comisaría de la jurisdicción cercaron la zona y conversaron con el conductor, quien se mostró muy nervioso y evitó ofrecer detalles. Los policías señalaron que aún recopilan información preliminar y que revisarán todas las cámaras municipales disponibles en las avenidas Pacasmayo y Canta Callao.
Las imágenes obtenidas muestran el momento en que los pasajeros descienden y escapan mientras la motocicleta sospechosa se aleja. La secuencia corresponde a instantes posteriores al atentado, porque la cámara giró segundos después de los disparos. La policía busca determinar si los responsables actuaron en coordinación con el vehículo de lunas polarizadas señalado por los vecinos.



