La epidemia invisible: cómo la falta de hierro frena el desarrollo del Perú

La deficiencia de hierro limita el crecimiento infantil, reduce la productividad y afecta el desarrollo cognitivo, perpetuando desigualdades y perjudicando el futuro nacional

Guardar
La principal causa de anemia
La principal causa de anemia infantil es la deficiencia de hierro. (UDEP)

El 26 de noviembre de cada año se conmemora el Día Mundial de la Deficiencia de Hierro con el objetivo de generar conciencia, entre las autoridades y la población, sobre la importancia de este mineral en la salud de las personas. Y es que la deficiencia de hierro es la carencia nutricional más frecuente en el mundo y en el Perú. Las estadísticas revelan que uno de cada tres niños menores de 5 años y una de cada cuatro mujeres en edad fértil padecen esta deficiencia.

El hierro es indispensable para el funcionamiento de diversas moléculas importantes en el cuerpo, es el componente principal de la hemoglobina (proteína responsable de transportar oxígeno a todos los rincones del cuerpo); participa en los procesos que permiten el crecimiento de niños, adolescentes y el feto en las mujeres embarazadas; regula el funcionamiento de las células del sistema inmune, por lo tanto, fortalece nuestras defensas. Es un elemento indispensable en la formación de energía; colabora directamente con las enzimas que permiten síntesis del ADN (molécula que contiene a todos los genes del cuerpo); es pieza clave para la función cognitiva contribuye con la producción de neurotransmisores y el desarrollo del sistema nervioso; y, participa con el mantenimiento de la función muscular y de otros órganos, entre otras funciones.

La Encuesta Demográfica de Salud
La Encuesta Demográfica de Salud Familiar (Endes 2023) revela que la anemia ahora afecta a 564.161 niños y niñas de entre 6 meses y 3 años de edad. (Foto: Comex)

A juzgar por lo citado, se podría pensar que el hierro abunda en el cuerpo; sin embargo, es todo lo contrario. Una persona promedio solo puede almacenar entre 3 y 4 gramos; los hombres debido a la masa muscular almacenan más hierro que las mujeres.

El cuerpo conserva eficientemente alrededor del 90 % del hierro almacenado y solo un 10 % se pierde diariamente a través de las heces, la orina y la descamación de la piel. En el caso específico de las mujeres, la pérdida de hierro puede ser un poco mayor debido a la menstruación. Dependiendo de la magnitud del sangrado, una mujer en edad fértil puede perder diariamente hasta 50% más hierro que un hombre de la misma edad.

Personal de salud del primer
Personal de salud del primer nivel realiza dosaje de hemoglobina como parte del control de anemia en niños menores de 3 años en el Callao. (Gobierno del Callao)

La deficiencia de hierro produce serios problemas de salud

A corto plazo, la deficiencia de hierro puede producir fatiga, debilidad muscular, palidez, mareos, pies y manos frías, uñas quebradizas y pica (deseo de comer cosas como tierra o almidón). Si el problema no es solucionado, la falta de hierro puede generar, además, talla corta, problemas cardiacos severos, una alta susceptibilidad a las infecciones y una afectación significativa del desarrollo cognitivo en los niños.

Diversos estudios han mostrado que los niños con deficiencia de hierro presentan una menor concentración cerebral de mielina (una capa de grasa protectora de las neuronas) y neurotransmisores lo cual se traduce en una reducción significativa de la atención, el aprendizaje, la memoria y las funciones ejecutivas (planificar, organizar, tomar decisiones, autorregular el comportamiento). De no tratarse a tiempo, este deterioro se puede volver permanente e irreversible. La evidencia disponible sugiere que un niño con anemia que no fue tratado adecuadamente se convertirá en un adulto con menores ingresos económicos debido a un menor desempeño profesional.

El hierro está presente en
El hierro está presente en carnes, vísceras, menestras y cereales fortificados; una dieta balanceada ayuda a prevenir su deficiencia. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una dieta balanceada puede proporcionarnos una cantidad importante de hierro. Entendamos que los alimentos proporcionan dos tipos de hierro: el de origen animal o hemo y el de origen vegetal o no hemo. El hierro hemo se encuentra principalmente en las carnes rojas y vísceras (sangre cocida, bazo, hígado y otras); mientras que el hierro no hemo está presente de manera natural en las menestras y en los cereales fortificados – en el Perú, la harina de trigo y derivados se encuentra fortificada con hierro-.

En definitiva, la ausencia de hierro no es un problema aislado ni un detalle menor en el mapa de la salud pública: es una deuda silenciosa que arrastra consecuencias en cada etapa de la vida. La anemia y la deficiencia de hierro erosionan el potencial humano desde la primera infancia, cuando el cerebro necesita cada micronutriente para construir las bases del aprendizaje y la autonomía futura. Pero garantizar un almacén corporal adecuado no es solo cuestión de comer mejor; implica enfrentar determinantes mucho más complejos, desde la obesidad —que altera la disponibilidad del hierro— hasta las condiciones de saneamiento que perpetúan infecciones y pérdidas nutricionales.

Si no asumimos la magnitud del problema y la urgencia de abordarlo de forma integral, seguiremos hipotecando el desarrollo cognitivo de nuestros niños, la productividad de nuestros adultos y la dignidad de nuestros mayores. Reconocer la importancia del hierro es, en el fondo, reconocer nuestra responsabilidad colectiva con el desarrollo humano. Porque un país que tolera la anemia es un país que renuncia, en silencio, a su propio futuro.