
La Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) ordenó desde el inicio del estado de emergencia el retiro de 894 vehículos que operaban fuera de la legalidad o presentaban serias deficiencias de seguridad.
Estas intervenciones abarcaron áreas clave de Lima y Callao, donde se llevaron a cabo más de ochenta operativos intensivos de fiscalización en colaboración con diferentes instituciones del sector público.
Un total de más de 750 unidades corresponden a casos de transporte informal, detectados durante acciones coordinadas con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), la Policía Nacional del Perú (PNP), la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran) y otros organismos. El despliegue de estos operativos permitió identificar a conductores que incumplían requisitos necesarios para la prestación de servicio.
En el cruce de Javier Prado y Aviación, en el distrito de San Borja, el portavoz de la ATU, Luis Rivera, detalló que 289 conductores fueron intervenidos mientras manejaban sin licencia.

Esta situación puso en evidencia el riesgo que enfrentan los usuarios cuando emplean taxis colectivos o autobuses fuera de los canales formales. A este panorama se suma el hallazgo de 134 vehículos que no contaban con el Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito (SOAT), elemento indispensable para proteger a pasajeros y peatones.
Asimismo, la revisión técnica vehicular resultó ausente en 184 unidades, lo que dificultó garantizar estándares mínimos de seguridad. El parque automotor inmovilizado incluyó también a 87 unidades con una antigüedad mayor a 30 años, cuyos niveles de deterioro incrementaron los riesgos en la vía.
Las inspecciones conjuntas revelaron otra dimensión del incumplimiento: 343 vehículos llevaban sanciones económicas pendientes que, acumuladas, superan los 14 millones de soles. Las acciones de la ATU buscaron no solo frenar el avance del transporte no autorizado, sino también generar presión para la formalización de más operadores y desalentar la reincidencia en faltas administrativas.
La ATU mantiene la tarea de fortalecer la regulación y vigilancia del sistema para evitar la exposición de los usuarios a riesgos innecesarios y promover un servicio público seguro y eficiente en el circuito urbano de Lima y Callao.

¿Cuáles son las funciones de la ATU?
- Supervisar y regular el servicio de transporte urbano de personas en Lima y Callao.
- Otorgar autorizaciones para la operación de rutas de transporte público.
- Fiscalizar el cumplimiento de normas y requisitos técnicos en los vehículos autorizados.
- Coordinar operativos para identificar y sancionar el transporte informal o no autorizado.
- Garantizar que las unidades cuenten con servicios obligatorios como el SOAT y la revisión técnica vehicular.
- Implementar políticas para mejorar la calidad, seguridad y eficiencia del transporte urbano.
- Llevar el registro de operadores y vehículos habilitados.
- Impulsar campañas educativas dirigidas a conductores, usuarios y operadores sobre buenas prácticas y normas de tránsito.
- Trabajar por un sistema de transporte público ordenado y seguro para la ciudadanía.


