Momentos tensos se vivieron en el Congreso. Mientras la Comisión Permanente debatía el informe final que recomienda inhabilitar por 10 años de la función pública a Betssy Chávez Chino y a otros exministros de Pedro Castillo por su participación en el fallido golpe de Estado, las congresistas Patricia Juárez y Norma Yarrow anunciaban una moción de censura contra Waldemar Cerrón.
La razón fue la exposición de Raúl Noblecilla, quien usó los minutos destinados a sus alegatos de defensa para insultar al Congreso, especialmente a las bancadas de Fuerza Popular y Renovación Popular. Tras el incidente, Waldemar Cerrón, quien conducía el debate, intentó calmar los ánimos y minimizó los adjetivos del abogado.

“Ahora que tenemos la oportunidad, colegas, de decir todo lo que pensamos y todo lo que sentimos, porque estamos dando la palabra para desmentir, desvirtuar todo lo que ha mencionado este señor. Total, si eso no es cierto, como no es cierto, no tiene por qué afectarnos, colegas, y demostremos que este Congreso de la República es altamente comunicativo e inteligente”, expresó.
Waldemar Cerrón justifica su actitud frente a Raúl Noblecilla
Cerrón Rojas justificó su decisión de permitir que Noblecilla continuara hablando debido a las múltiples interrupciones a su exposición, algo que —según dijo— no refleja el espíritu del actual Congreso. Además, hizo un llamado de atención al señalar que varios parlamentarios estaban incurriendo en las mismas faltas que le reclamaban al abogado, al interrumpirlo mientras se excusaba.
“Esa actitud es la misma que tiene el señor aquí y nosotros criticamos eso (...) El colega o el defensor está haciendo uso de la palabra con una serie de ataques al Congreso de la República. Al momento que termina su participación y nosotros iniciamos nuestra defensa. Por favor... déjenme hablar. La comunicación es así, colegas. (...) Estamos en un tema comunicativo. Yo quiero que me escuchen lo siguiente: no se le ha dejado, no se ha dejado participar al señor, se ha interrumpido”, sentenció.
Cabe señalar que, cuando Noblecilla terminó su exposición, Waldemar Cerrón lo despidió con un: “de nada, camarada”.
El origen del conflicto en el Pleno
La participación de Raúl Noblecilla, lejos de centrarse únicamente en los argumentos jurídicos, derivó en una fuerte confrontación con diversas bancadas, especialmente con el fujimorismo.
Durante su intervención, Noblecilla lanzó duras acusaciones contra Fuerza Popular y los parlamentarios, a quienes calificó como “corruptos, asesinos y dictadores”. También afirmó que Fuerza Popular nació de dos “asesinos”, en referencia a Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, hoy encarcelado, y señaló que todos los peruanos deben cargar con esa “perversa herencia”.
Añadió que combate a “este Congreso”, al que acusó de haber secuestrado la democracia. “Este congreso es culpable, para mi teoría de defensa, del secuestro de la democracia, de los que impulsaron el arrasamiento de los pueblos del sur y que se cuentan niños muertos”, manifestó.
El incidente se agravó cuando Noblecilla interrumpió su alegato para dirigirse a Norma Yarrow con la frase: “Dígale a la señora arquitecta que se calle, un calmante, por favor”, comentario que incrementó la tensión en el hemiciclo.
Tras ello, el congresista Edgar Reymundo pidió mantener la calma y recordó que se debe permitir ejercer el derecho a la defensa, de lo contrario el proceso podría quedar invalidado. En contraste, parlamentarios cercanos a Pedro Castillo, como Wilson Quispe, defendieron al abogado y sostuvieron que sus palabras fueron un relato de los hechos. Además, recordaron que Castillo también fue víctima de calificativos despectivos por parte de algunos legisladores.



