Perú declara Patrimonio Cultural a la Danza de las curcuchas: símbolo de identidad y resistencia en Huarochirí

Esta danza surge como una imitación burlesca de los colonizadores españoles, en la que los indios huarochiranos, vestidos como soldados, imitaban sus actitudes despóticas y arrogantes mediante el baile

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El Gobierno de Perú declaró
El Gobierno de Perú declaró como Patrimonio Cultural de la Nación a la danza de Las Curcuchas de Huarochirí | Foto cortesía: Facebook Sunicancha - Tierra de Músicos

La Danza de las curcuchas de San Damián, tradicional expresión del distrito de San Damián (provincia de Huarochirí, departamento de Lima), ha sido reconocida oficialmente como Patrimonio Cultural de la Nación mediante la Resolución Viceministerial Nº 000290-2025-VMPCIC/MC, emitida el 17 de noviembre de 2025 en San Borja.

El Ministerio de Cultura de Perú tomó esta decisión tras evaluar los informes técnicos y jurídicos correspondientes, resaltando el profundo valor histórico y simbólico de la danza para la comunidad local. De acuerdo con la legislación vigente, las danzas tradicionales y sus elementos asociados son consideradas manifestaciones esenciales del patrimonio cultural inmaterial, por lo que merecen mecanismos de protección, salvaguardia y promoción activa.

Raíces ancestrales y transformación social

La danza hunde sus raíces en tiempos prehispánicos. El manuscrito de Huarochirí recoge la existencia de una antigua danza dedicada a la divinidad Tutayquiri, relacionada con el apu Pariacaca, nevado más emblemático de la región. Aquella práctica original vinculaba a los habitantes del valle con los ciclos agrícolas y las lluvias indispensables para la siembra y cosecha.

Con la colonización, las celebraciones indígenas se fusionaron con festividades cristianas, en especial la Bajada de Reyes y la adoración al Niño Jesús. La Danza de las curcuchas encarna esta historia de continuidad y cambio, adaptándose a los contextos religiosos y sociales actuales, sin perder sus elementos rituales fundamentales. Hoy su realización se extiende a fechas como el aniversario distrital y jornadas de limpieza del canal hídrico Chaucalla.

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El Gobierno de Perú declaró como Patrimonio Cultural de la Nación a la danza de Las Curcuchas de Huarochirí | Foto cortesía: Facebook Curcuchas Barrio Alto Sunicancha

Según la tradición oral, la participación femenina fue incorporada recién desde la década de 1940, signo de la evolución de esta manifestación. Además, se han sumado personajes recientes, reflejo de la adaptación cultural de la danza a procesos históricos actuales.

Despliegue artístico y ritual

El nombre de la danza deriva posiblemente de las palabras quechua orccuche u orccucha, relacionadas con “cerro” o “agachado”, símbolos referidos a los abuelos y ancianos. Los personajes –veintitrés en total, utilizan máscaras de alambre y vestimentas distintivas, incluyendo mantos, pañuelos y gorros de tela.

La danza representa, a través de diferentes personajes, una sátira de los colonizadores españoles. Los participantes se visten como soldados y otros roles, entre los que destacan figuras como el español, el inca, los Reyes Magos, tutayquiri, el caballero, chuto, shonoray, chonguino, toro huachito, torero, chuncho, escolta, cowboy, guaripolera, San Damianina, huancaíno(a), marinero, camalero, reina, negrito, apache y mexicano.

Durante la peregrinación anual a la cruz de Yanascocha, la comunidad parte hacia la laguna sagrada, donde presenta ofrendas y ejecuta la danza al ritmo de una orquesta costumbrista. Instrumentos como la flauta de caña, guitarra de bordoneo, mandolina y violín conforman la base musical, a la que se han añadido maracas construidas con semillas del lugar. El ritmo grave e irregular, junto al impactante “juuy”, marca la diferencia sonora que caracteriza a esta danza.

La estructura coreográfica consta de cuatro partes principales: el pasacalle, la adoración frente al pesebre del niño Jesús, la presentación en espacios comunales y la matanza simbólica del toro huachito, parodia que representa la explotación colonial e integra a los danzantes y público al compartir la chicha, bebida ritual preparada con maíz morado.

Sentido para la identidad local

La declaratoria como Patrimonio Cultural de la Nación reconoce el profundo significado histórico y social de la Danza de las curcuchas, vinculada a la fertilidad de la tierra, los ciclos agrícolas y las creencias religiosas sincréticas. Representa la memoria viva de San Damián, adaptándose a los cambios sociales y demostrando su capacidad de renovación sin perder su esencia originaria.

La resolución dispone, además, la elaboración periódica de informes sobre el estado de la expresión, permitiendo actualizar el registro y asegurar su salvaguarda frente a posibles riesgos. De igual manera, garantiza su difusión a través de medios oficiales como el diario El Peruano y la sede digital del Ministerio de Cultura.

Esta medida, sustentada en informes técnicos y la participación activa de la comunidad, fortalece la identidad cultural y otorga a la Danza de las curcuchas el reconocimiento oficial que le corresponde dentro del panorama de las expresiones tradicionales peruanas.