En el marco del Congreso Nacional del Agua, realizado en la región de Ica en la primera semana de noviembre, el Dr. Víctor Miguel Ponce, profesor emérito de la Universidad Estatal de San Diego (California, EE. UU.), lanzó una advertencia contundente al hablar sobre la crisis hídrica de la región: “Inexorablemente, ustedes se van a quedar sin agua”, declaró a Eco Tv Ica.
Durante la entrevista, el especialista explicó el tiempo en que demora en regenerarse el agua superficial y subterránea:
“Miren, los rusos han estudiado este fenómeno: el agua superficial se renueva cada 11 días, mientras que el agua subterránea tarda 1500 años en regenerarse. No hace falta ser un genio para comprender que nadie va a esperar tanto tiempo por el agua subterránea. En cambio, la superficial sí puede recuperarse rápidamente, ya que tras 11 días de lluvia vuelve a estar disponible. Este lapso varía según el clima: en ambientes más húmedos, el ciclo se reduce a seis días; en condiciones más secas, puede alargarse hasta veinte días. Entonces, ¿por qué estamos utilizando el agua subterránea? Porque se acabó el agua superficial y ya se pelean por el agua superficial. Ya no hay agua”, mencionó.

El experto subrayó que la sobreexplotación de los acuíferos, impulsada por la irrigación intensiva para la agroexportación, ha provocado un abatimiento de hasta 40 metros en algunos pozos, encareciendo la extracción y acelerando el agotamiento del recurso en la región costera.
“Estamos hablando del nivel freático. Si un pozo se seca a 50 metros, cavar más solo exorbita el problema. Eventualmente, el agua se acabará y habrá que buscar alternativas en otras zonas”, señaló Ponce.
Contexto: la crisis del agua en Ica
La región enfrenta una grave crisis sanitaria debido a la escasez y contaminación del agua potable, afectando a miles de familias. Según el INEI, en 2023 solo el 13.3 % de los hogares contaba con acceso continuo al agua durante las 24 horas, lo que significa que 9 de cada 10 hogares carecen del servicio de manera ininterrumpida.
La sobreexplotación de los acuíferos para la agroexportación ha provocado salinización del agua subterránea, obligando a muchas familias a consumir agua contaminada. La expansión urbana desordenada y la falta de infraestructura agravan la situación, especialmente en asentamientos informales como Villa Rotary y Santiago, donde el acceso al agua es limitado o inexistente.
Casos emblemáticos, relatados por Salud con Lupa, reflejan la urgencia del problema: Albina Altamirano recibe agua apenas dos veces por semana y debe almacenarla gota a gota; Vlasova Medina depende de camiones cisterna y gasta hasta 100 soles al mes solo en agua. Más de 35,000 personas en los márgenes del valle enfrentan estas condiciones, pagando hasta tres veces más por agua que los usuarios con acceso directo a la red.

El auge agroexportador, que convirtió campos desérticos en plantaciones de uvas, espárragos, arándanos y paltas para exportación internacional, priorizó el agua para la producción agrícola, dejando de lado el abastecimiento doméstico y generando desigualdades en el acceso al recurso.
Soluciones propuestas por el experto
El Dr. Ponce recomendó varias estrategias para manejar la crisis hídrica:
- Recarga artificial de acuíferos, práctica ya implementada en Estados Unidos y otros países, aunque costosa.
- Acuerdos con cuencas vecinas para asegurar agua de regiones con excedentes.
- Priorización del uso de agua superficial sobre la subterránea, cuyo agotamiento es inevitable si continúa la extracción indiscriminada.
- Asesoría de ingenieros especializados en recursos hídricos antes de aprobar proyectos relacionados con agua.
“Puede usar agua subterránea, pero hay que tener en cuenta que durará solo un periodo de tiempo —20, 50 o hasta 100 años—, y luego habrá que buscar otras fuentes”, advirtió.
El experto enfatizó que el problema no solo es técnico, sino también político: negociar con regiones como Huancavelica o Junín para obtener excedentes de agua es parte de la solución, pero requiere gestión y planificación a largo plazo.
Un llamado urgente
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha alertado que la escasez de agua impacta directamente en la salud y calidad de vida de la población. En Ica, donde la infraestructura no creció al ritmo de la población —que aumentó un 50 % entre 2010 y 2017—, la combinación de sobreexplotación, contaminación y expansión urbana desordenada hace urgente tomar medidas inmediatas y sostenibles.
El Dr. Ponce concluyó su intervención enfatizando la necesidad de actuar con visión de futuro: El agua subterránea se va a acabar. Lo determina el tiempo, y tenemos que prepararnos para ese momento.



