Máximo Ramírez, director general de la Defensoría del Policía, reconoció este lunes la responsabilidad institucional en el accidente que, tras una orden que contravenía el reglamento, dejó con daño cerebral al suboficial Roger Quispe, quien cayó en agosto pasado desde un cuarto piso en una comisaría de San Juan de Miraflores.
“En primer lugar, yo quiero expresar mi solidaridad con el padre. Yo también soy padre de familia, y consideramos que lo ocurrido a este joven policía es muy lamentable y estamos con él”, dijo el funcionario en diálogo con Canal N.
Ramírez aseguró que el agente afectado, actualmente postrado en cama, recibirá atención médica especializada y que no se escatimarán recursos para su recuperación. “El señor ministro del Interior ha dicho que Quispe va a ser operado, ya sea en el Perú o en el extranjero. No se van a escatimar recursos económicos para que él logre una recuperación, al menos que le dé una vida adecuada”, señaló.
Agregó que, si no queda apto, será retirado y recibirá íntegros los beneficios previstos para personal egresado de las escuelas. “Su pensión, su bono, su seguro de vida, su CTS y otros beneficios más que le corresponden como cualquier suboficial de la policía y cualquier oficial. Eso está garantizado”, indicó.
Según un informe de Cuarto Poder, que destapó el caso, el accidente ocurrió tras una orden de la capitana Lisette Quispe, acusada de instruir al suboficial para limpiar la comisaría, una tarea que “no está dentro de los reglamentos policiales” y que podría tener consecuencias administrativas y penales. “Limpiar comisarías no es función de la policía, y eso lo tenemos clarísimo”, reconoció Ramírez.
“Eso es un tema que ella tendrá que responder tanto en la parte administrativa como en la parte penal. (...) Los comisarios, los jefes de comisaría, no pueden dar este tipo de órdenes a los efectivos policiales de limpiar comisarías. No es su función, y eso lo tenemos claro”, añadió.
Detalló que Quispe sufrió un traumatismo encéfalo craneano grave, por lo cual requirió una operación y ahora necesita que se le instale una placa de titanio. “Él debió ser evaluado de manera permanente y no decirle que hasta el mes de febrero, en que va a haber la operación de reinstalarle la placa de titanio, recién lo llevarán al hospital”, dijo.

“Esa desinformación es lo que ha originado que el papá recurra a los medios y pida un apoyo, que la está teniendo desde ya y que nosotros se la vamos a brindar hasta que Quispe esté totalmente al menos recuperado”, agregó.
Al ser consultada por el programa, la capitana implicada respondió que “el caso está siendo investigado” y que, con esa pesquisa, se va “a saber cómo sucedieron los hechos”. No ofreció más declaraciones.
Su versión presentada ante la Fiscalía, según el reportaje, indica que Quispe saltó por la ventana, aunque otros nueve agentes entrevistados niegan que la acción haya sido voluntaria o resultado de un juego entre compañeros. El agente ha perdido movilidad en el lado derecho del cuerpo, no puede formar oraciones y sufrió pérdida de memoria.


