
La captura de uno de los delincuentes más buscados del país, Deivi Junior Romero Ullilen, conocido como ‘Jorobado Deivi’, se produjo en Argentina tras un trabajo conjunto entre las policías de ese país y del Perú. Su nombre figura desde hace más de una década en informes de inteligencia y carpetas fiscales por su presunta vinculación con delitos de extorsión, sicariato, tráfico de terrenos, minería ilegal y narcotráfico.
El Ministerio del Interior informó que el operativo fue resultado de un trabajo coordinado a nivel internacional. “En un nuevo golpe al crimen organizado transnacional, fue capturado, en Argentina, Deivi Junior Romero Ullilien, alias El Jorobado Deivi, quien sería el cabecilla de la organización criminal Los Compadres, vinculada al narcotráfico, extorsión y sicariato”, señaló la institución a través de un comunicado difundido en sus redes sociales. El documento precisó que el detenido contaba con una alerta roja de Interpol, lo que permitió su ubicación y captura fuera del territorio nacional.
El Jorobado Deivi no es ajeno para la Policía ni para los pobladores del norte peruano. Desde hace más de quince años, su alias aparece en informes de inteligencia relacionados con hechos violentos ocurridos principalmente en La Libertad. En esa región, las extorsiones y los asesinatos por encargo se convirtieron en un problema constante para los comerciantes y transportistas.

Los orígenes de Los Compadres
La organización que dirigía ‘Jorobado Deivi’ surgió en el distrito trujillano de El Porvenir, concretamente en el sector Cruz Blanca. Los Compadres, según información policial, se formaron a partir de exintegrantes de Los Pulpos y La Jauría, dos grupos que dominaron por años las actividades ilícitas en esa zona. De esa mezcla nació una estructura criminal con poder económico y vínculos en distintas provincias del norte.
De acuerdo con la Policía Nacional, Los Compadres fueron liderados por Romero Ullilien y Henry Rojas Ruiz, alias ‘Gemelo’. Desde esa jefatura se impartían órdenes a distintos brazos operativos dedicados a robar vehículos, cobrar cupos y cometer asesinatos por encargo. Entre sus subordinados figuraban sujetos identificados como Abel Villacorta (Nacho), Junior Rodríguez (Gordo Junior), César Rodríguez y Ever Romero, hermano del propio Jorobado.
La División de Homicidios también incluyó en sus reportes a Meyner León (Fresa), Henry Rojas (hermano de Jorobado), Alfredo Blas (Negro Cray) y un sujeto conocido como Pinocho, señalados como sicarios del grupo. Las actividades de usurpación de terrenos y minería ilegal recaían sobre Kolber Velásquez (Kolver) y Segundo Monja (Viejo Monja). En tanto, los cobros extorsivos y el manejo de armas estaban a cargo de Ronald Raico (Ronald), Jimmy Bazán (Chato) y Jesús Gastañudui (Pitbull).

Extorsiones y crímenes bajo investigación
La fiscalía especializada en crimen organizado, encabezada por la fiscal Ludeña, sostiene que Los Compadres estarían involucrados en al menos once asesinatos. Entre los casos documentados figuran los de Reinaldo Ceopa Guerra y Joseph Anticona Cotrina, acribillados en enero de 2022 en El Milagro, además de otras víctimas identificadas en La Esperanza, Florencia de Mora y Virú.
Las investigaciones también vinculan al detenido con el secuestro de un universitario en 2022. Según el Ministerio Público, habría sido el encargado de cobrar los 300 mil dólares exigidos a la familia del joven para su liberación. “Así de estrecho es el vínculo que une a ‘Jorobado Deivi’ con la familia Cruz Arce”, señala un informe fiscal que detalla la conexión entre Los Compadres y Los Pulpos.

Antes de su captura, en agosto de este año, nuevos testimonios complicaron la situación del presunto delincuente. Vecinos del centro poblado Mega Ciudad, en el distrito de Chicama, denunciaron que ‘Jorobado Deivi’ pretendía adueñarse de terrenos por la fuerza. Los afectados aseguraron haber recibido amenazas directas. “Esperamos que las autoridades vengan y hagan su trabajo”, dijo uno de ellos. “No esperen que ocurra una muerte para recién preocuparse por nosotros. Exigimos la presencia de la Policía Nacional y de la Municipalidad de Chicama. Si algo nos pasa, ellos serán los culpables”.
Los denunciantes afirmaron que Romero Ullilien decía contar con el apoyo de funcionarios municipales y que incluso exhibía certificados de posesión presuntamente otorgados por la comuna.


