Desde el interior del penal de La Emboscada, en Paraguay, Erick Moreno Hernández, conocido como El Monstruo, intenta reorganizar su red criminal en Perú. Fuentes de inteligencia sostienen que mantiene contacto directo con colaboradores en Lima Norte y otros sectores estratégicos, pese a su situación de prisión, buscando retomar control sobre zonas donde antes ejercía hegemonía.
La disputa por Pasamayito, punto clave de transporte entre Comas y San Juan de Lurigancho, refleja la intención del líder criminal de extender nuevamente su influencia. Analistas en seguridad destacan que la captura de sus principales aliados no ha logrado detener sus planes y que el acceso a teléfonos dentro del penal le permite coordinar acciones desde el extranjero.
Comunicación desde prisión y control de la banda
Alias El Monstruo continúa activo pese a estar recluido en Paraguay. Según fuentes de inteligencia, mantiene contacto con algunos de sus colaboradores más cercanos, entre ellos el alias Chilli, encargado de ejecutar las órdenes en Lima. Otros integrantes, como Cachete, han optado por separarse y consolidar estructuras independientes, adquiriendo armamento y recursos sin intermediación de Moreno Hernández.

El coronel Roger Cano explicó que la captura de Yohairo Arancibia, considerado brazo operativo de Moreno Hernández en Lima Norte, ha limitado parcialmente su capacidad de mando directo. No obstante, el líder criminal busca nuevas vías de comunicación para seguir coordinando operaciones y mantener influencia sobre los territorios que aún controla parcialmente.
Rivalidades internas y enfrentamientos por poder
La disputa entre El Monstruo, Miguel Ángel Marín Morón (Negro Marín) y Adam Smith Lucano (El Jorobado) ha marcado la historia reciente de la banda. Originalmente, Moreno Hernández y Marín Morón competían por la hegemonía en sectores de Lima Norte, lo que generó enfrentamientos directos y conversaciones tensas sobre el control de rutas y actividades delictivas.
El Jorobado, por su parte, formó alianzas estratégicas intentando aprovechar cualquier debilitamiento de Moreno Hernández. Fuentes de inteligencia indican que esta rivalidad se mantiene viva pese a que Marín Morón fue capturado en España y El Jorobado enfrenta restricciones de comunicación, dejando a El Monstruo con mayor libertad para reorganizar su estructura criminal.

Pasamayito, el territorio en disputa
El Monstruo busca recuperar Pasamayito, un corredor clave para colectivos que conectan Comas y San Juan de Lurigancho. Este lugar no solo representa un punto estratégico de transporte, sino también un eje central de las extorsiones y otras actividades ilícitas que la banda realiza para mantener ingresos y control territorial.
Conversaciones registradas por inteligencia en septiembre de 2024 muestran que Moreno Hernández y Marín Morón discutieron intensamente sobre la posesión de esta zona. Actualmente, El Monstruo intenta imponerse nuevamente, aprovechando que sus rivales están capturados o limitados en su capacidad de acción, y designa colaboradores confiables para ejecutar sus órdenes.

Acceso a dispositivos y supervisión limitada en Paraguay
El control de las comunicaciones dentro del penal de La Emboscada es limitado. Autoridades paraguayas confirmaron que las prisiones dependen del Ministerio de Justicia, lo que dificulta la supervisión sobre el uso de teléfonos por internos. Esta situación facilita que Moreno Hernández mantenga contacto con Perú y continúe dictando instrucciones para extorsiones y ataques.
Exjefes de unidades especializadas advierten que estas comunicaciones permiten a líderes criminales coordinar operaciones pese a las detenciones de sus colaboradores.



