
El Perú atraviesa una ola de violencia que parece no tener fin. Desde que José Jerí asumió el mando el 10 de octubre, 129 personas han sido asesinadas, según los registros del Sistema Informático Nacional de Defunciones (SINADEF).
En aquel entonces, el ahora presidente interino reconoció que “el mal que nos aqueja en este momento es la delincuencia”. Sin embargo, las cifras confirman que no ha existido un solo día sin homicidios durante su gobierno, pese a los operativos policiales y al despliegue militar en distintas regiones.
Los días más trágicos se produjeron tan solo dos días después de su juramentación, el domingo 12 de octubre, con doce homicidios, y el viernes 31 del mismo mes, con once asesinatos.
En calles, los crímenes se repiten bajo un mismo patrón, entre ajustes de cuentas, ataques por sicariato y violencia armada que han dejado a la población bajo una sensación permanente de inseguridad.
Provincias con mayor cantidad de casos
A nivel nacional, según dio a conocer Juan Carbajal, Lima (39) y Huaura (10) son las provincias con mayor cantidad de casos registrados, en su mayoría causados por proyectil de arma de fuego (PAF), que representa entre el 80% y el 90% de las muertes violentas.
El panorama se agrava si se consideran las 20 muertes adicionales catalogadas como “ignoradas” o “no se conoce” en los certificados de necropsia, aunque sus causas coinciden con el uso de armas de fuego. De estas, siete ocurrieron en Lima y tres en el Callao, lo que sugiere un subregistro que podría elevar aún más las cifras reales.

Asesinatos durante el estado de emergencia en Lima y Callao
El estado de emergencia decretado en Lima Metropolitana y el Callao el pasado 22 de octubre tampoco ha logrado contener la violencia. Desde su inicio hasta el 4 de noviembre, se registraron veintiuno homicidios, de los cuales dieciocho ocurrieron en Lima y tres en el Callao.
Además, hay cuatro muertes violentas adicionales por arma de fuego clasificadas como “no identificadas” en sus causas, dos en cada jurisdicción. La medida de excepción pareciese no tener un impacto inmediato en la reducción del crimen letal, pese al despliegue policial y militar en zonas críticas.
Una tendencia nacional en alza
La violencia homicida mantiene una tendencia creciente a nivel nacional. En los 308 días transcurridos de 2025, entre el 1 de enero y el 4 de noviembre, se han contabilizado 1.895 asesinatos. Sin embargo, la cifra podría ser aún mayor debido a los subregistros en el sistema del Ministerio de Salud, que continúa actualizando los reportes.
En la mayoría de los casos, el patrón se repite entre crímenes por encargo, ajustes de cuentas o conflictos vinculados al sicariato, cometidos con armas de fuego. Las zonas urbanas más densas, como Lima, Callao, Trujillo, Piura y Huacho, concentran los mayores niveles de letalidad.

La persistencia de homicidios diarios y la expansión de la criminalidad organizada muestran un escenario crítico de inseguridad ciudadana, donde las medidas de emergencia y los operativos conjuntos aún no logran revertir la tendencia.


