
Durante el segundo día de supervisión en Arequipa, el contralor general de la República, César Aguilar Surichaqui, alertó sobre la carencia de equipos médicos operativos y diversas deficiencias en la prestación de servicios en los hospitales Honorio Delgado Espinoza y Goyeneche. Estas observaciones fueron verificadas directamente por el equipo de la Contraloría General, que incluso realizó un operativo nocturno para constatar la situación real de ambos establecimientos de salud.
En el Hospital Regional Honorio Delgado, se identificaron equipos biomédicos inoperativos en el servicio de Cardiología, lo que impide la adecuada evaluación de pacientes con alteraciones en la presión arterial o el ritmo cardíaco. Además, se detectó la falta de asignación de códigos patrimoniales a varios equipos, un incumplimiento que podría ocasionar que estos bienes no sean incluidos en los programas de mantenimiento preventivo y correctivo.
En el Hospital Goyeneche, las deficiencias se evidenciaron en la atención a los pacientes y en las condiciones inadecuadas de los ambientes. Durante la inspección, los auditores encontraron a familiares durmiendo en el piso y a pacientes recibiendo tratamientos parenterales (inyectables) en sillones deteriorados y con signos de óxido. También se constató el uso de la sala de espera como ambiente de observación, lo que refleja la precariedad del servicio hospitalario.

Ausencias de personal y mal uso de ambientes
La supervisión de la Contraloría incluyó la verificación de la asistencia del personal de salud programado para la guardia nocturna del 4 de noviembre. Durante la revisión, se comprobó la ausencia de una enfermera asignada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y que dicho ambiente permanecía cerrado. La puerta fue abierta recién luego de aproximadamente 20 minutos, tiempo durante el cual los auditores permanecieron esperando la respuesta del personal de turno.
En el interior de la UCI se hallaron camillas y sillones cubiertos con ropa de cama no hospitalaria, aparentemente utilizados por el personal de guardia para descansar. La Contraloría señaló que esta situación constituye una falta grave a los protocolos de atención y vigilancia en áreas críticas, especialmente en servicios destinados a pacientes de alto riesgo.
Aguilar Surichaqui sostuvo que estas observaciones serán incorporadas en los informes de control correspondientes, a fin de que las autoridades de salud adopten medidas correctivas inmediatas y se garantice una adecuada atención a los pacientes.

Supervisión de obras y compromiso de destrabe
Además de las acciones en los hospitales, la Contraloría General de la República supervisó diversas obras públicas en la región Arequipa. En la institución educativa emblemática Juana Cervantes de Bolognesi se detectaron filtraciones, deficiencias estructurales, problemas en los servicios higiénicos y ascensores inoperativos, a pesar de que la obra fue recepcionada en 2019.
Durante la jornada, también se inspeccionaron proyectos paralizados como la Oficina de Criminalística de la XI Dirección Territorial de la Policía, ubicada en Umacollo, actualmente en proceso de arbitraje, y el reservorio R-10 del distrito de Mariano Melgar, que presenta un avance físico del 40%. Este último proyecto requiere una inversión adicional de S/ 4 millones para su culminación y debía beneficiar de forma directa a más de 42 mil usuarios.

El contralor general, César Aguilar Surichaqui, destacó que su gestión busca priorizar el destrabe de obras paralizadas en coordinación con las entidades públicas, con el fin de garantizar la rentabilidad social y asegurar que la población se beneficie con la puesta en marcha de los proyectos estatales. En paralelo, un equipo encabezado por el vicecontralor Marco Argandoña inspeccionó la obra inconclusa del Hospital Maritza Campos, cuya reactivación está prevista para los próximos meses a cargo del Gobierno Regional de Arequipa.



