
La difusión del comunicado del Ministerio del Interior marcó un punto de quiebre en un caso que se encontraba bajo estricta reserva. En pocas líneas, el documento reveló una operación policial desarrollada con discreción y precisión durante varias semanas. El mensaje confirmó la captura en España de Miguel Ángel Marín Morón, conocido como Negro Marín, uno de los personajes más buscados dentro del circuito criminal asociado a extorsiones y violencia en Lima y Callao.
El anuncio generó atención inmediata debido a la trayectoria del detenido. Su figura aparecía en diversas carpetas fiscales como presunto integrante de Los Sanguinarios de la Construcción, red señalada por acciones violentas en zonas comerciales y en sectores empresariales. El comunicado describió la intervención como resultado de “un paciente trabajo de inteligencia”, frase que reflejó el seguimiento internacional desarrollado con la Policía de Madrid.
La información oficial detalló que la captura se concretó después de una coordinación estrecha con la División contra la Ciberdelincuencia de esa ciudad.

La trayectoria criminal atribuida a Negro Marín
El comunicado oficial contextualizó la base de la investigación. El Mininter afirmó que Negro Marín sembró temor en el Emporio Comercial de Gamarra, el mercado Unicachi y el conglomerado de Las Malvinas. A estas zonas se sumaban actividades vinculadas a ataques contra transportistas, empresarios y artistas. La autoridad indicó que sostenía una rivalidad directa con Erick Moreno Hernández, conocido como El Monstruo, detenido hace meses en otra intervención.
En el mismo mensaje se señaló: “Su captura representa un golpe aún más significativo en la lucha contra el crimen organizado transnacional”. La frase apuntó a la dimensión del caso, pues Negro Marín figuraba en investigaciones por organización criminal, sicariato, extorsión y lesiones graves. La Policía Nacional del Perú obtuvo una alerta roja internacional para su ubicación y posteriormente la detención en territorio español.
El comunicado añadió otro detalle relevante: el detenido era uno de los principales secuaces de Adam Lucano Cotrina, identificado como El Jorobado, quien cumple condena en un penal peruano. Las autoridades relacionaron a ambos en el control violento de actividades vinculadas a construcción civil y extorsiones contra grupos empresariales.
El megaoperativo de octubre
La caída de Negro Marín se desarrolló un mes después de otra acción policial contra la misma red. A inicios de octubre, la PNP y la Fiscalía Especializada contra el Crimen Organizado de Lima Noroeste ejecutaron un megaoperativo destinado a desactivar la estructura de Los Sanguinarios de la Construcción. En esa acción se obtuvo la detención preliminar de 11 presuntos integrantes, entre ellos operadores logísticos y sujetos dedicados a labores de vigilancia territorial para la organización.
La Fiscalía, a través del equipo a cargo del fiscal provincial Edwin Velásquez, sustentó que la red utilizaba sicarios adiestrados en armas de fuego. Según esa línea de investigación, estos sujetos ejecutaban órdenes de Adam Lucano, alias Jorobado, con un único propósito: asegurar control en zonas donde operaban diversas empresas. Las autoridades describieron tareas dirigidas a presionar a responsables de obras de construcción civil para obtener puestos laborales o cupos extorsivos.
Además de las detenciones, la Fiscalía Especializada dispuso el allanamiento de varias dependencias municipales y propiedades vinculadas a la organización. Entre los puntos intervenidos se encontraron las municipalidades de Comas y Carabayllo, así como 53 inmuebles distribuidos en distintos distritos. A esto se sumó la revisión de cinco celdas en establecimientos penitenciarios, donde se buscaba evidencia relacionada a comunicaciones internas y coordinación de actividades delictivas.
Durante estas intervenciones, las autoridades incautaron 11 vehículos, presuntamente utilizados para movilizar a integrantes de la red y para labores de vigilancia y seguimiento de posibles víctimas. La información recogida en estos espacios quedó bajo análisis de los equipos especializados que trabajan de manera conjunta con la PNP.
Rivalidades internas y disputas criminales

Las autoridades destacaron que Negro Marín figuraba como rival directo de El Monstruo, personaje también vinculado a extorsiones. Ambos buscaban influencia en zonas donde la red ejercía presión contra transportistas y empresarios. La captura del primero coincidió con el avance de la investigación que profundiza en la estructura y en los distintos roles asignados a cada integrante.
El Mininter señaló que esta detención internacional refuerza las acciones desarrolladas en territorio peruano. La caída de Negro Marín se suma a la intervención contra El Jorobado y el grupo capturado en octubre, lo que abre un nuevo escenario en el seguimiento al crimen organizado en Lima y Callao.



