En los primeros días de asumir el Gobierno de transición, José Jerí decidió reunirse con los representantes de los gremios de transporte, quienes desde hace más de un año buscan que sus demandas por la ola de inseguridad sean atendidas. Sin embargo, a pocos días de cumplir un mes en Palacio, diversos voceros han señalado que la situación no ha cambiado frente a los ataques, extorsiones y homicidios que afectan a conductores en Lima y Callao.
Ricardo Pareja, presidente de la Cámara de Transporte Urbano de Lima y Callao, y Miguel Palomino, titular de la Asociación Nacional de Conductores, manifestaron que las medidas de seguridad impulsadas por el Gobierno han resultado insuficientes, pese a los compromisos asumidos en reuniones con autoridades de alto nivel.
“Consideramos que este régimen ha perdido la confianza de nosotros. Nosotros ya no confiamos en Jerí, ni en lo que puedan hacer, porque primero no cumplen, ningún acta cumplen. Solamente nos llaman, por ejemplo, seguramente hayan tenido una reunión. No entiendo qué habrán conversado y finalmente solamente quieren que no hagamos paro, que van a solucionar, pero con palabras no van a solucionar nada”, expresó Palomino a Panamericana.

La protesta, anunciada para el martes 4 de noviembre, representa un punto de quiebre en la relación entre los transportistas y la actual administración. Para los dirigentes del sector, la violencia no solo persiste, sino que se ha recrudecido durante el estado de emergencia.
De esta manera, recalca que “siguen siendo extorsionados”, a pesar de que exista un refuerzo policial en la zona. El dirigente sostuvo que el paro responde al “total abandono de la seguridad” por parte del Gobierno y a la presión creciente de los choferes, quienes exigen acciones inmediatas para su protección.
¿Qué acuerdos no se han cumplido?
La desconfianza se acentuó tras el incumplimiento de acuerdos establecidos con distintas entidades estatales. El gremio sostiene que los doce puntos propuestos por la unidad gremial —que reúne a ocho asociaciones del sector— no han tenido avances concretos. Entre las demandas figuran la articulación efectiva de los poderes del Estado para combatir el crimen, la provisión de logística y recursos para resguardar las rutas, y la creación de un seguro para víctimas y familiares de conductores afectados por el sicariato.
Durante el estado de emergencia se documentaron casos de extorsión y asesinatos, cifras que los dirigentes aseguran continúan aumentando.

“Hemos perdido más de sesenta y cuatro compañeros y más de cincuenta y tres han resultado heridos. Nadie los atiende, están abandonados”, sostuvo Palomino. Según el dirigente, la falta de atención médica y económica a los afectados fue un factor determinante en la decisión de convocar al paro.
Los líderes de los gremios reiteraron que la medida “no constituye una oposición política”, sino un acto para exigir garantías mínimas de seguridad y para visibilizar el “incumplimiento sistemático” del Ejecutivo, encabezado por José Jerí.
“Ya no confiamos en Jerí, ni en lo que puedan hacer sus ministros. Solo nos ofrecen palabras, pero no hay resultados”, puntualizó Palomino en una de las declaraciones más directas recogidas por la señal televisiva.

La convocatoria al paro del próximo 4 de noviembre mantiene en alerta al sector, ya que se prevé una adhesión masiva de empresas y sindicatos.



