El acceso a tecnología científica de vanguardia ha marcado un punto de inflexión en la investigación peruana. La Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) ha inaugurado un difractómetro de rayos X de última generación, adquirido con respaldo del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), que permite analizar materiales sólidos con una precisión a nivel de ángstrom. Este avance impulsa a Perú hacia la autonomía tecnológica y abre posibilidades para el desarrollo de nanomateriales capaces de afrontar desafíos ambientales y biomédicos de alto impacto.
Hasta hace poco, los científicos locales dependían de laboratorios extranjeros para realizar análisis de alta resolución, lo que los obligaba a enviar muestras fuera del país o realizar viajes al exterior. La instalación de este equipo en la Facultad de Ciencias Físicas de la UNMSM elimina esa dependencia. El Dr. Justiniano Quispe Marcatoma, responsable del Laboratorio de Difracción de Rayos X, explicó que el laboratorio utiliza la difracción de rayos X desde 1970 y considera la llegada de este difractómetro un salto fundamental para la investigación nacional: “Con este nuevo equipo, entramos a la cuarta generación de tecnología y pasamos de estudiar muestras en polvo a analizar materiales sólidos, aceros, películas delgadas y sensores con un nivel de detalle que antes solo era posible en laboratorios de otros países”.
Este difractómetro es el único de su tipo en Perú, mientras que México y Brasil cuentan con cerca de veinte y Chile y Colombia con alrededor de diez. Su presencia eleva el estándar técnico nacional y convierte a la UNMSM en un polo de atracción para investigadores nacionales e internacionales. El Dr. Quispe resaltó: “Antes dependíamos de la infraestructura de nuestros colaboradores fuera del país. Hoy podemos recibirlos aquí, en Lima. Podemos trabajar juntos, y eso cambia completamente el mapa de la investigación científica en materiales”.
Impacto científico y social: de la academia a la industria
El alcance de esta tecnología trasciende lo académico y se conecta directamente con la vida cotidiana y la economía del país. El equipo facilitará el análisis de aceros, cementos, minerales y biomateriales con un nivel de detalle que permite elevar los criterios de calidad y seguridad. Instituciones como la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (SUCAMEC) podrán utilizar el difractómetro para verificar la inocuidad de productos químicos o pirotécnicos, determinando si un material resulta seguro para su manipulación, lo que refuerza el control de insumos en el país.
Además, será posible evaluar la dureza y estructura de aceros usados en la industria minera o de construcción, contribuyendo a un uso más eficiente y sostenible de los materiales. El laboratorio tiene previsto desarrollar técnicas de tomografía para verificar la composición de fármacos, lo que permitirá detectar medicamentos adulterados o falsificados, un problema creciente dentro del mercado peruano.
Estas capacidades abren un abanico de servicios especializados que pueden fortalecer la innovación empresarial, mejorar la seguridad industrial y sanitaria, y hacer más competitivo al sector productivo peruano. Actualmente, el laboratorio cuenta con cuatro docentes investigadores, un promedio de ocho publicaciones anuales y patentes ya registradas. Además, recibe pasantes tanto del interior del país como del extranjero, y ahora podrá ofrecer entrenamiento en análisis estructural de materiales para una nueva generación de físicos e ingenieros.
Impulso a la formación y la innovación nacional
Con esta incorporación, el equipo proyecta duplicar su producción científica e impulsar nuevas patentes orientadas a resolver problemas concretos del país, desde energías renovables hasta tecnologías de control ambiental. Este proyecto también tiene un profundo valor formativo: entrenar científicos jóvenes en técnicas modernas de análisis estructural y fortalecer la masa crítica que Perú necesita para sostener su desarrollo científico y tecnológico.
La adquisición del difractómetro, financiada con más de S/ 1,8 millones por el Concytec a través de su programa ejecutor ProCiencia, demuestra cómo la inversión pública en ciencia se traduce en capacidades reales. San Marcos ya proyecta la creación de un Centro de Excelencia en Caracterización de Materiales, un espacio para convocar a investigadores, empresas y entidades públicas con el fin de que la ciencia producida en el país tenga aplicación concreta.
El avance representado por la puesta en marcha de este equipo simboliza el esfuerzo de Perú para generar conocimiento propio, acercándose al objetivo de dejar de adaptar ciencia extranjera para comenzar a crear la suya.
