A pocos metros del Palacio de Gobierno, una joyería del jirón Callao fue escenario de un robo que ha despertado alarma en pleno centro de Lima. Según fuentes policiales, el hecho ocurrió cerca de las tres de la madrugada, cuando un grupo de delincuentes ingresó al local tras abrir un agujero en una de las paredes posteriores del establecimiento. Desde allí, lograron acceder al interior y extraer gran parte de las piezas de oro y plata que se encontraban en las vitrinas.
De acuerdo con la información preliminar, el valor total del botín asciende a unos 500.000 dólares. Los agentes que acudieron al lugar detallaron que los ladrones habrían planificado cuidadosamente el ingreso, escogiendo un punto del inmueble que no contaba con cámaras de seguridad ni vigilancia constante. La acción se ejecutó con precisión y sin generar mayor ruido en la zona, pese a que se trata de un área con movimiento incluso durante la noche.
La alarma que nadie atendió
Vecinos del jirón Callao relataron que cerca de las tres de la madrugada escucharon el sonido de una alarma. Minutos después, llegó una unidad de Prosegur, empresa encargada de brindar seguridad al negocio. Sin embargo, los trabajadores no hallaron señales visibles de robo, como puertas forzadas o vidrios rotos, por lo que se retiraron del lugar tras una breve inspección.

Horas más tarde, alrededor de las seis de la mañana, la dueña del local arribó a su establecimiento y descubrió la escena del robo. En la parte posterior de la joyería se hallaba un boquete de aproximadamente medio metro de diámetro, a través del cual los delincuentes habían ingresado para sustraer las joyas. Las autoridades fueron alertadas de inmediato y cercaron la zona para iniciar las diligencias correspondientes.
Maniobra planificada y vía de escape
Los primeros indicios apuntan a que la banda utilizó herramientas especializadas para perforar la pared y crear una salida lateral. La hipótesis de la Policía indica que, una vez dentro, los asaltantes retiraron las piezas más valiosas y las trasladaron hacia la ventana delantera, donde habrían levantado una reja de metal para sacar el material sustraído sin levantar sospechas.
La investigación considera además la posibilidad de que alguien haya facilitado el acceso al inmueble o brindado información interna sobre los movimientos del negocio. La forma en que se desarrolló el robo, con un tiempo estimado de tres horas entre la activación de la alarma y el hallazgo del forado, sugiere una ejecución precisa y planificada. Los peritos de criminalística ya trabajan en la recolección de huellas y en el análisis de cámaras de seguridad cercanas para identificar la ruta de escape.
Zona bajo resguardo y análisis policial

Efectivos de la División de Robos de la Policía Nacional acordonaron el área durante la mañana del domingo. Peritos forenses realizaron mediciones del agujero y recogieron restos de materiales que podrían aportar indicios sobre las herramientas utilizadas. La investigación también involucra la revisión de cámaras de seguridad ubicadas en calles adyacentes, así como en locales bancarios y comercios de la zona.
El hecho ha causado preocupación entre comerciantes del jirón Callao, quienes señalan que la presencia de patrulleros es escasa durante la madrugada, pese a la cercanía con la sede del Ejecutivo. Algunos afirmaron que el sonido de la alarma se escuchó durante varios minutos sin que nadie interviniera. La Policía no descarta que los delincuentes hayan realizado un trabajo de inteligencia previo para determinar el punto exacto por donde ingresar y el momento con menor vigilancia.


