La propagación rápida de un video en redes sociales reveló una intervención de tránsito teñida por insultos racistas y violencia verbal en la ciudad de Tacna, en el sur del Perú. El caso, que involucra a un inspector de tránsito de la Municipalidad Provincial de Tacna (MPT), desencadenó medidas administrativas y una investigación penal por parte de la Fiscalía Penal Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos y Contra el Terrorismo de Tacna y Moquegua. El episodio reavivó el debate sobre discriminación y conducta de servidores públicos, mientras instituciones estatales y organizaciones civiles exigen sanciones ejemplares.
De acuerdo con información difundida por medios locales, el incidente quedó registrado delante del mercado mayorista Grau, en la prolongación de la avenida Hipólito Unanue. En las imágenes, el inspector se acerca a un taxi color rojo e inicia una discusión con el conductor. Durante la confrontación, el servidor público abre la puerta del vehículo y profiere insultos de carácter discriminatorio.
Se le escucha decir frases como “serranazo”, “fuera de aquí”, “con... are”, “vete nomás” y “ya, avanza, avanza”. El tono de los calificativos y la carga peyorativa de las expresiones generaron rechazo inmediato en redes sociales y provocaron el pronunciamiento de organizaciones gremiales.
El Frente Regional de Taxistas (Fredetax) denunció públicamente el hecho, subiendo el video a su cuenta oficial de TikTok, y calificó la intervención como racista. El gremio solicitó respuestas a la Municipalidad Provincial de Tacna sobre los protocolos de actuación de su personal, además de exigir medidas disciplinarias contra el inspector involucrado. Representantes del Fredetax consideraron que lo ocurrido “deja en evidencia la falta de capacitación y los sesgos discriminatorios al interior del servicio”, según recolectó la prensa local.

Al respecto, el municipio emitió un comunicado oficial que “rechaza de manera firme y categórica toda manifestación de racismo o discriminación” y confirmó “la separación inmediata del trabajador implicado”. Además, anunció el inicio de un procedimiento administrativo interno para evaluar la responsabilidad del servidor y determinar eventuales sanciones laborales. Según la municipalidad, lo sucedido “no representa los valores ni principios institucionales”.
En paralelo, la Fiscalía Penal Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos y Contra el Terrorismo de Tacna y Moquegua inició una investigación preliminar de oficio con el objetivo de establecer si el comportamiento del inspector constituye un delito de discriminación en el contexto de su función pública. El fiscal a cargo dispuso la identificación del trabajador y del conductor afectado, ordenó la recopilación del video viral y programó la toma de declaraciones a testigos y partes involucradas. La Fiscalía subrayó en un comunicado que “reafirma su compromiso con la protección de los derechos fundamentales de todas las personas y la lucha contra la discriminación en cualquiera de sus formas”.
El incidente, que escaló en pocos días por la viralización del video, se produce poco después de otros hechos en los que servidores municipales —entre ellos elementos de la Policía Municipal y del equipo Panteras de la MPT— fueron vinculados con actos de agresión durante intervenciones a ciudadanos en la ciudad de Tacna. El propio alcalde Pascual Guisa Bravo ha reconocido episodios recientes de abuso y cuestionamientos en la gestión de personal.
La legislación peruana, en su Código Penal, recoge en el artículo 323 penas de dos a tres años de prisión o entre 60 y 120 días de servicio comunitario para quienes incurran en actos de discriminación o humillación motivados por racismo. Las normas buscan garantizar el trato igualitario y sancionar expresiones discriminatorias, especialmente cuando son cometidas por funcionarios públicos en ejercicio de sus funciones.