La noche del 8 de octubre debía ser de celebración para los seguidores de Agua Marina. La agrupación más popular del Perú ofrecía un concierto en el Círculo Militar de Chorrillos cuando, a las 10:05 p. m., una ráfaga de disparos interrumpió la música y provocó pánico entre el público. Cinco personas resultaron heridas, entre ellas cuatro integrantes del grupo.
Un reportaje de Cuarto Poder reveló la pericia balística de la Policía Nacional que cambió el rumbo de la investigación. El análisis confirmó que el arma usada en el atentado —una pistola calibre 9 mm Parabellum— fue la misma empleada en el asesinato del cantante de trap 26is y su productor Louis Producer, ocurrido el 14 de abril en Villa María del Triunfo. El hallazgo reforzó la hipótesis de que detrás de ambos ataques opera una misma red criminal dedicada a la extorsión.
El atentado que sembró el miedo en un concierto de Agua Marina
Según el parte policial, dos sujetos a bordo de una motocicleta abrieron fuego desde la parte posterior del escenario cuando la orquesta interpretaba uno de sus temas más conocidos. Los disparos se realizaron en dos momentos distintos. Los músicos buscaron refugio, algunos resultaron heridos, y el público corrió en todas direcciones.
Entre las víctimas se encontraban Luis y Manuel Quiroga, heridos en el brazo, muslo y tórax; César More, alcanzado en el abdomen; Wilson Julca, también afectado; y Percy Nolasco, un vendedor que fue impactado por una bala en la zona VIP. “Pensé en mi familia, creí que ya no iba a existir”, relató Nolasco después del ataque. La Fiscalía confirmó que la intención de los agresores fue matar y que el ataque se trató de un acto de extorsión directa.
El fiscal Omar Tello precisó que el impacto pudo ser mayor si no fuera por las pantallas LED del escenario, que amortiguaron parte de los disparos. Agua Marina ya había denunciado amenazas previas. En San Juan de Lurigancho, su bus fue baleado y, en otro evento, se halló un explosivo cerca del escenario.
El crimen que estremeció a la escena urbana
El 14 de abril, cerca de la 1:00 a. m., los artistas 26is (Luis Antonio Venegas Carrasco) y Louis Producer (José Israel Oria Infante) fueron atacados a balazos a la salida de la discoteca Dembow, en Villa María del Triunfo. Imágenes de las cámaras de seguridad mostraron cómo dos hombres con casacas blancas se acercaron al vehículo donde estaban los artistas y dispararon sin darles tiempo de escapar. El ataque, que duró apenas 24 segundos, dejó también a un tercer herido que sobrevivió.

De acuerdo con las grabaciones difundidas por la periodista Yeraldiny Cobeñas, los sicarios actuaron en coordinación con dos cómplices que los esperaban en motocicletas para huir por la avenida El Triunfo. Las víctimas habían salido del local para comer cuando fueron interceptadas. Los testigos relataron que uno de los atacantes disparó incluso al aire antes de huir. La Policía no ha identificado a los responsables, pero la similitud del calibre de las balas fue clave para los peritos.
El asesinato de 26is y su productor fue comparado con el de Yerzy, otro cantante de trap asesinado en noviembre de 2024 en el Callao bajo un patrón similar: ráfagas de disparos a quemarropa en plena vía pública. En todos los casos, la Policía ha mantenido abierta la línea de investigación por ajuste de cuentas o extorsión.
Una misma arma, dos escenas de terror
El examen balístico realizado por la División de Criminalística de la Policía determinó que las balas halladas en el concierto de Agua Marina y las recogidas en la discoteca Dembow provenían del mismo tipo de arma. Se trata de una pistola 9 mm Parabellum de uso militar y policial, utilizada también en otros ataques ocurridos en Lima. Los especialistas identificaron coincidencias en los impactos y la forma del estriado de los proyectiles, lo que confirmó que ambos hechos están vinculados.

Fuentes del Ministerio Público señalaron que los investigadores no descartan que la pistola pertenezca a una red de sicarios que opera desde los distritos del sur de Lima. El hallazgo refuerza la teoría de que los ataques no fueron hechos aislados, sino parte de una estructura que impone miedo entre empresarios y artistas mediante el cobro de cupos.
La productora del concierto y su vínculo con la red de “El Jorobado”
En paralelo, la Fiscalía de Lima Sur investiga al gerente general de Jessmir Producciones, empresa encargada del concierto de Agua Marina en Chorrillos. Se trata de Glemn Antonio Montes Malaver, quien figura en una pesquisa por presunto crimen organizado y lavado de activos. Según el Ministerio Público, su empresa estaría vinculada a la red criminal conocida como “Los Sanguinarios de la Construcción”, encabezada por el sujeto alias “El Jorobado”.
De acuerdo con los informes fiscales, la organización utilizaba productoras de eventos y constructoras como fachada para mover dinero proveniente de extorsiones. Los investigadores sostienen que las productoras funcionaban como un canal para el cobro de “cupos extorsivos” bajo la modalidad de servicios de seguridad incluidos en los contratos. En esa red también se habrían identificado nexos con “Los Injertos del Cono Norte”, liderados por Erick Luis Moreno Hernández, alias “El Monstruo”, actualmente recluido en Paraguay.
La hipótesis fiscal apunta a que estas organizaciones compartían estructuras de operación y personal, extendiendo su influencia desde la construcción civil hasta el entretenimiento.