
En las riberas del Marañón, los padres entierran a sus hijos con el mismo dolor y la misma rabia. La tos ferina, una enfermedad respiratoria que parecía controlada hace años, regresó con fuerza en Loreto, cobrando decenas de vidas infantiles en comunidades indígenas donde la atención médica llega tarde —o simplemente no llega.
Según el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Minsa, hasta el 8 de octubre de 2025 se reportan 2,144 casos acumulados y 32 defunciones por tos ferina solo en Loreto. El brote afecta principalmente a Datem del Marañón, con 2,077 contagios confirmados y 28 muertes, seguida de Maynas (49 casos) y Mariscal Ramón Castilla (11).
Pero las cifras oficiales se quedan cortas. Diversas organizaciones indígenas, como la Federación de Nacionalidades Achuar del Perú (FENAP), aseguran que el número real de víctimas es mucho mayor:
“Van 38 niños fallecidos solo en Loreto. Hay un subregistro y el Gobierno no quiere reconocerlo”, denunciaron.
“Las brigadas llegan un día y se van”
Desde las comunidades de Puranchim y Huituyacu, líderes locales denuncian que las brigadas de salud del Ministerio de Salud (Minsa) llegan solo por un día, sin atender a todos los niños ni dejar medicamentos suficientes.“Las brigadas están llegando, pero no vacunan a todos los niños. Solo vienen un día y se regresan, por eso los niños siguen con síntomas”, contó Ángel Nananti Mantu, dirigente achuar afiliado a FENAP.
El testimonio se repite en distintos puntos del Datem del Marañón. En videos difundidos por las federaciones indígenas, padres y madres advierten que la enfermedad sigue extendiéndose hacia las comunidades kichwas y achuar del Corriente, donde aún no ha ingresado ninguna brigada de vacunación.
La respuesta oficial: falta de presupuesto y negación de la emergencia
En entrevista con Infobae Perú, Carlos Álvarez, funcionario de la Dirección de Epidemiología de la Gerencia Regional de Salud (Geresa) Loreto, reconoció que la enfermedad golpea sobre todo a las comunidades achuar de frontera con Ecuador, aunque evitó confirmar el número exacto de contagios.“Sí hay una presencia importante de casos en esas comunidades. En Andoas y Pastaza tenemos oficialmente 25 fallecidos”, señaló.
Álvarez justificó que las brigadas no permanezcan más de un día en las zonas afectadas:
“Cada brigada tiene una jurisdicción amplia y debe moverse por río. Si el Ministerio de Salud nos diera presupuesto para nueve brigadas más, podríamos atender mucho más eficientemente”.

El funcionario también confirmó que el tratamiento se basa en antibióticos como claritromicina y eritromicina, pero que no pueden distribuirlos libremente por riesgo de uso inadecuado.
Pese a las alertas y muertes registradas, el Ministerio de Salud no ha declarado emergencia sanitaria en Loreto. La FENAP y otras organizaciones indígenas vienen denunciando la crisis desde hace meses, pero no han recibido respuesta concreta.

Educación paralizada y derecho vulnerado
En las escuelas interculturales bilingües (IEB) de Andoas, Pastaza y Manchari, los niños, enfermos o con miedo a contagiarse, se han quedado en casa.“Nuestros hijos ya no van al colegio por los síntomas, están con fiebre y tos, y no hay médicos”, narró un padre de Puranchim.
La Geresa Loreto, en cambio, ha sostenido que “es recomendable que los niños no asistan a clases para evitar contagios”. Sin embargo, esa política vulneraría el derecho a la educación de las infancias indígenas, sobre todo en zonas donde el acceso escolar ya es precario.
Loreto, epicentro del brote nacional
El Ministerio de Salud reporta que Loreto continúa siendo el epicentro del brote en todo el Perú de tos ferina, con 2,788 casos acumulados y 42 defunciones a nivel nacional registradas en lo que va del 2025, según el último reporte del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC–Minsa) actualizado al 8 de octubre.
La región concentra más del 70 % de los contagios del país y mantiene una de las tasas de incidencia más altas registradas en los últimos años. El distrito de Datem del Marañón, con más de 2,000 casos confirmados, lidera la lista de las zonas más afectadas.
“Nos están olvidando”
“Vivimos lejos y solo tenemos un promotor de salud. Nuestros hijos mueren porque no hay enfermeros ni médicos”, denuncia Abraham Samarem Washikiait, comunero de Puranchim.Otro líder achuar insiste: “Queremos que las brigadas se queden al menos tres días. Pedimos técnicos, enfermeros, atención inmediata. Nos están olvidando”.
Desde la FENAP, las federaciones indígenas reiteran su demanda: la declaratoria de emergencia sanitaria para el Datem del Marañón y la intervención inmediata del Gobierno central.
Una enfermedad del pasado que vuelve por el abandono
La tos ferina, causada por Bordetella pertussis, es una enfermedad altamente contagiosa y prevenible con vacunación, pero en la Amazonía peruana el olvido estatal le ha abierto camino.La falta de personal, la escasez de medicamentos y los problemas de refrigeración de vacunas en zonas aisladas han creado el escenario perfecto para su reaparición.
Mientras el Estado se consume en la inestabilidad política y evita la palabra “emergencia”, las comunidades del Marañón siguen llorando a sus hijos. En los ríos donde antes se escuchaban risas y juegos, hoy solo queda el eco de una tos que nadie escucha.