
En una conversación transmitida en vivo, Jefferson Farfán protagonizó un inesperado momento junto al streamer Cristorata al ofrecerle su mansión en La Molina, una propiedad valorada entre 2.6 y 4.5 millones de dólares.
Lo que comenzó como una broma terminó generando dudas entre los seguidores sobre si la propuesta tenía algo de verdad.
El exfutbolista, con su habitual tono distendido, aseguró que habría un contrato de por medio, dejando abierta la posibilidad de una negociación real. La escena rápidamente se volvió viral, mezclando humor, asombro y curiosidad sobre la vida del exdelantero.
Una propuesta inesperada entre risas

Durante una conversación transmitida en Kick, Jefferson Farfán sorprendió al lanzar una frase que cambió el tono del encuentro. “O si no, te vendo mi casa”, dijo entre risas, provocando la inmediata reacción de Cristorata, quien no dudó en seguirle el juego.
“Véndemela, barrio, pero te la pago en 24 cuotas”, respondió el streamer entre carcajadas, manteniendo el ambiente distendido. La ‘Foquita’ continuó con la broma, aunque dejó entrever cierta confianza en su interlocutor.
“Tengo mucha confianza en ti, sé que no me vas a fallar, va a haber un contrato de por medio”, afirmó el exjugador de la selección peruana, despertando las risas y comentarios del público que seguía la transmisión.
Lejos de cortar el diálogo, Cristorata insistió con su característico humor: “Quizá muera y no te das cuenta”. Farfán, sin perder la calma, contestó con una sonrisa: “No pasa nada”.
El creador de contenido preguntó entonces quién asumiría la deuda en caso de que algo le ocurriera. “Me imagino que un apoderado tuyo”, replicó Farfán, agregando un toque de formalidad a la charla que ya se había convertido en viral.
Cristorata cerró el intercambio con una frase que desató carcajadas: “No, yo no dejo nada a nadie”, sentenció entre risas, cerrando uno de los momentos más comentados en redes sociales.
La mansión que simboliza una etapa dorada

La residencia que Farfán ofreció a Cristorata no es una casa cualquiera. Ubicada en una de las zonas más exclusivas de La Molina, su valor oscila entre 2.6 y 4.5 millones de dólares, una cifra que refleja tanto la magnitud del inmueble como la vida que el exfutbolista construyó durante sus años de gloria deportiva.
El terreno supera los 2,000 metros cuadrados y la construcción abarca unos 1,130 metros, donde cada detalle ha sido pensado para conjugar lujo, privacidad y confort. Desde su fachada imponente hasta los amplios ventanales que iluminan sus interiores, la mansión se alza como un símbolo de éxito y elegancia.
La posibilidad de que un streamer, figura representativa de la nueva generación digital, adquiera la propiedad de una leyenda del fútbol, generó un contraste que cautivó a los usuarios. En redes sociales, miles comentaron el encuentro, mezclando humor, sorpresa y nostalgia por los días de gloria de la ‘Foquita’.
Espacios de lujo y una vida a medida

La mansión de Farfán está compuesta por siete dormitorios equipados con walk-in closets, siete baños completos y uno de visitas. El sótano social es un verdadero refugio de entretenimiento: cuenta con barra, pista de baile y sala de juegos.
A ello se suma un gimnasio con sauna seco y húmedo, una piscina amplia rodeada de jardines, una terraza diseñada para reuniones familiares y una zona de parrilla con vista a la cancha de fulbito.
El interior refleja una mezcla de modernidad y sobriedad. La sala principal tiene una chimenea a gas y un bar de mármol que resalta bajo una iluminación cálida. En la cochera, dos autos pueden estacionarse con comodidad, mientras que cada rincón del inmueble mantiene un aire de discreta sofisticación.
Quienes han visitado propiedades similares destacan el equilibrio entre amplitud y confort, atributos que hacen de esta casa una de las más codiciadas del distrito limeño.