
La reciente incautación de 12.300 cartuchos de dinamita en un almacén clandestino del caserío Chugurbamba, distrito de Sanagorán, provincia de Sánchez Carrión, ha evidenciado la magnitud del tráfico de explosivos en la región La Libertad y su estrecha conexión con la minería ilegal.
El operativo, liderado por el capitán Julio César Huamán Hernández de la Policía Nacional del Perú (PNP), contó con el apoyo de efectivos de la Comisaría PNP Huamachuco y ha sido calificado como uno de los mayores golpes contra el comercio ilícito de explosivos en la sierra liberteña.
La intervención policial se realizó a las 02:00, tras obtener información confidencial sobre el traslado de material explosivo en camionetas hacia un inmueble rústico. Al ingresar, cinco personas escaparon, lo que impidió sus detenciones.
En el primer piso del almacén, los agentes hallaron 34 cajas con inscripciones de Famesa, que contenían 10.540 cartuchos de dinamita roja (Emulnor 3000 – Famesa) y 1.800 cartuchos de dinamita amarilla (EXSUR – Emulgold 80 7/8”), todos etiquetados con advertencias de “Peligro explosivos – Producto Peruano”. De acuerdo al reporte policial, estos explosivos estaban destinados a operaciones de minería ilegal, lo que alimenta el mercado negro de insumos peligrosos.

Explosivos, crimen y extorsión en aumento
El hallazgo cobra mayor trascendencia ante el incremento de la violencia y la criminalidad en La Libertad. El uso de dinamita y otros artefactos explosivos ha aumentado en los últimos años, especialmente en delitos de extorsión. Según la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) de la PNP, una sola dinamita reforzada con esquirlas de metal puede provocar un radio letal de hasta cinco metros, por lo que se convierte en un instrumento de intimidación y daño ampliamente empleado por bandas criminales.
Este fenómeno trasciende la minería ilegal. En ciudades como Trujillo, los ataques con explosivos han dejado heridos y daños materiales considerables. El general Guillermo Llerena, jefe de la región policial de La Libertad, informó que el reciente atentado en la urbanización Los Altos del Vallesol, se emplearon treinta cartuchos de dinamita blanca.

La investigación policial apunta a redes de delincuencia organizada que utilizan estos insumos tanto para extorsionar a empresarios mineros como para atacar pequeños negocios. Llerena sostuvo que los explosivos incautados suelen mezclarse con anfo para incrementar su potencia, una técnica utilizada desde décadas pasadas por organizaciones como Sendero Luminoso y actualmente por bandas vinculadas al Tren de Aragua.
Por su parte, el especialista en seguridad Pedro Yaranga explicó que la diversificación de métodos criminales ha facilitado que incluso pequeños grupos o individuos accedan a explosivos y los utilicen para extorsiones. Yaranga precisó que el color de la dinamita indica su potencia, siendo la roja la más dañina, y que la mezcla con otros insumos busca maximizar el impacto de los ataques. “La facilidad de acceso y la impunidad en el comercio de estos materiales han convertido a la dinamita en una herramienta persistente para la criminalidad organizada”, refirió.

Cifras oficiales y la respuesta de las autoridades
Las cifras oficiales muestran la gravedad del problema. Según el Sistema de Registro y Control de Denuncias (Sidpol), en enero de 2025 hubo 402 denuncias por extorsión en La Libertad, mientras que en Lima Metropolitana alcanzaron 796. La demanda de dinamita y pirotécnicos creció un 25% en el primer mes del año, un aumento que coincidió con la disminución del uso de granadas, señalando un cambio en las preferencias de los grupos delictivos.
La respuesta institucional incluyó operativos de incautación y mecanismos de denuncia y protección ciudadana. El Comando de la III Macro Región Policial La Libertad reafirmó la determinación de la PNP para enfrentar el crimen con decisión y estrategia. Entre las medidas adoptadas, se implementó la Central 111, una línea gratuita y confidencial disponible todo el día para denunciar extorsiones y otros delitos, lo que facilita la entrega de pruebas y la obtención de protección inmediata.