
En el Perú se registran cerca de 7.797 nuevos casos de cáncer de mama cada año, cifra que representa 21 diagnósticos diarios. En el contexto del Día Internacional de la Lucha contra esta enfermedad, que se conmemora el 19 de octubre, especialistas hacen énfasis en la necesidad de la prevención, la detección temprana y el acompañamiento integral a las pacientes.
El cáncer de mama constituye el tumor maligno más común en mujeres a nivel global. Según explicó Martín Falla, cirujano oncólogo de Auna con subespecialidad en mamas y tejidos blandos, su origen responde a varios factores. “Es una enfermedad multifactorial. Ser mujer constituye un factor de riesgo, así como el uso de hormonas, los antecedentes familiares y el sobrepeso”, señaló Martín Falla en entrevista con Infobae Perú.
¿A qué edad suele aparecer y a quiénes afecta?
La incidencia del cáncer de mama suele comenzar, en promedio, a partir de los 40 años. Aunque afecta principalmente a mujeres, los hombres también pueden desarrollar la enfermedad: el uno por ciento de los casos corresponde a varones.
“Existen casos extremadamente raros en jóvenes y adolescentes, generalmente vinculados a mutaciones genéticas como el BRCA. Por esta razón, si existen antecedentes familiares de neoplasias, resulta fundamental realizar una evaluación genética”, advirtió Martín Falla.
Tipos de cáncer de mama

Actualmente, se reconoce que el cáncer de mama no es una sola enfermedad, sino un conjunto de subtipos con características propias. Existen, por ejemplo, los cánceres hormonales y los no hormonales, como el tipo triple negativo o el HER2 positivo.
“Cada uno tiene un manejo distinto y el pronóstico depende tanto del tipo de cáncer como del estadio en el que se detecta”, puntualizó Falla.
Autoexploración: el primer paso para la prevención
El doctor enfatizó la importancia del autoexamen mamario como una herramienta clave de detección precoz. Este debe realizarse una vez al mes, idealmente una semana después de la menstruación, ya que es cuando el tejido mamario está menos inflamado.
El examen se realiza en dos posiciones:
- Parada: con la mano contraria se palpa la mama en forma circular.
- Echada: con una mano detrás de la cabeza, se revisan los cuadrantes inferiores.
Además del bulto o nódulo palpable, otros signos de alarma incluyen:
- Cambios en la coloración o textura de la piel.
- Secreción espontánea por el pezón.
- Retracción del pezón.
La cifra de nuevos casos destaca la importancia de crear conciencia sobre la prevención. “Es fundamental adoptar una cultura preventiva. Las mujeres mayores de 40 años deben realizarse mamografías anualmente. La única forma de reducir la mortalidad es la detección temprana”, remarca el especialista .
Durante octubre, mes de concientización sobre el cáncer de mama, Auna ha desarrollado diversas campañas de prevención. Una de ellas se llevó a cabo en la estación Angamos de la Línea 1 del Metro de Lima, donde se promovieron acciones de sensibilización y chequeos preventivos. Asimismo, el 5 de octubre, en su Centro de Bienestar, realizaron donaciones de mamografías junto a aliados como TECHO, la Fundación Peruana del Cáncer y Línea Uno.
“No solo octubre debe ser el mes de lucha contra el cáncer. Todos los meses del año deben enfocarse en la prevención para evitar estadios avanzados y muertes innecesarias”, puntualiza.
Cuidados paliativos para cáncer avanzado

En el contexto del abordaje integral del cáncer de mama, Roxana Rivera, médico oncólogo de Sanitas, destaca la relevancia de los cuidados paliativos en casos de enfermedad avanzada.
Los cuidados paliativos se implementan cuando el cáncer progresa y deja de responder a tratamientos curativos. “El enfoque de cuidados paliativos se aplica en el marco de una enfermedad avanzada sin posibilidades de curación. Su objetivo principal es preservar la calidad de vida y evitar el encarnizamiento terapéutico”, explicó Roxana Rivera.
¿Qué brindan los cuidados paliativos?
El programa de cuidados paliativos incluye atención integral que aborda las dimensiones físicas, emocionales, sociales y espirituales de la paciente y su familia:
- Alivio de síntomas físicos: como el dolor, las náuseas o la fatiga.
- Apoyo emocional y psicológico: manejo de ansiedad, estrés y depresión mediante terapia individual y familiar.
- Soporte social: fortalecimiento de la red familiar y comunitaria del paciente.
- Apoyo espiritual: abordaje de necesidades existenciales y de fe, de acuerdo al deseo del paciente.
Este acompañamiento no solo mejora la calidad de vida, sino que también permite transitar la última etapa con mayor dignidad, respeto y contención.
Avances que marcan la diferencia
Según la Dra. Rivera, uno de los avances más importantes en los últimos años ha sido el diagnóstico precoz mediante mamografía digital 3D, el cual reduce la mortalidad de forma significativa. Asimismo, destaca el uso de tratamientos personalizados según el perfil genético y de riesgo de cada paciente. “La terapia dirigida ha elevado notablemente las tasas de curación y supervivencia”, afirma.