
El consumo de alcohol en adolescentes peruanos sigue en aumento, advirtió el Ministerio de Salud (Minsa). Según cifras oficiales, el 59,7 % de los jóvenes entre 12 y 18 años ha consumido bebidas alcohólicas, práctica que supone un riesgo para su desarrollo físico y emocional y eleva la probabilidad de adicciones en la adultez.
De acuerdo con la Agencia Andina, en lo que va de 2024, el Minsa ha registrado cerca de 43.000 casos vinculados al consumo de alcohol, lo que representa un incremento de 9,4 % respecto al mismo periodo de 2023. Esta información fue entregada por Cristian Díaz Vélez, director de la Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública (Dgiesp), durante la Reunión de Políticas para la Reducción del Consumo Nocivo de Alcohol organizada por la OPS y la OMS.
Díaz Vélez añadió que los adultos jóvenes, entre 19 y 24 años, presentan niveles de consumo aún más elevados, con un 87,3 %. Esta conducta, según el funcionario, se asocia a enfermedades y discapacidades, lo que demanda políticas de mediano y largo plazo para enfrentar la presión creciente de las enfermedades no transmisibles en el país.

Factores que fomentan el consumo de alcohol en adolescentes
Entre los factores que fomentan el consumo de alcohol entre los adolescentes figuran las bebidas premezcladas y la publicidad dirigida. Estas bebidas, diseñadas con empaques llamativos y sabores dulces, buscan captar la atención del público joven, lo que suele ocultar su contenido alcohólico real.
“El alcohol en menores de edad debe recibir el mismo rigor que otras infracciones legales”, sostuvo Díaz Vélez. Subrayó que las autoridades locales y los órganos de fiscalización deben sancionar a los establecimientos que venden alcohol a menores, reforzando así la protección a los grupos vulnerables.
Expertos internacionales coinciden en que la promoción de estas bebidas incide directamente en el proceso de normalización del consumo a edades tempranas. La exposición constante a campañas de marketing incrementa la percepción de que consumir alcohol es aceptable y sin riesgos, favoreciendo el inicio prematuro de este hábito.

Riesgos del consumo de alcohol en jóvenes
El consumo de alcohol en adolescentes y adultos jóvenes impacta directamente sobre la salud pública. Entre los principales riesgos se cuentan accidentes de tránsito, violencia interpersonal, intentos de suicidio y desarrollo de adicciones. La OMS advierte que este comportamiento perjudica tanto la salud física como mental, generando un impacto social relevante.
Díaz Vélez puntualizó que el alcohol no solo causa dependencia, sino que también eleva la incidencia de enfermedades no transmisibles como la hipertensión, enfermedades cardiovasculares y trastornos metabólicos. Esta realidad exige una intervención integral de los sectores de salud y educación, así como una vigilancia estricta de los locales que expenden alcohol a menores.
El Minsa recalca que la atención a los casos relacionados con alcohol debe abarcar prevención, educación y acceso a tratamientos especializados. Los 43.000 casos atendidos en lo que va del año revelan la urgencia de fortalecer las estrategias de intervención temprana y el monitoreo epidemiológico en todo el país.

Medidas del Minsa para frenar el consumo de alcohol en menores
La OMS sugiere priorizar la disminución del consumo nocivo de alcohol mediante políticas públicas que incluyan regulación de la publicidad, impuestos específicos sobre bebidas alcohólicas y campañas preventivas en escuelas y comunidades. Estas acciones pretenden reducir los riesgos que implican el inicio temprano en el consumo y proteger la salud de los adolescentes.
Díaz Vélez remarcó que, además de la regulación y fiscalización, se debe impulsar la educación en salud y facilitar el acceso a programas de intervención. La colaboración entre instituciones, como el Ministerio de Economía y Finanzas, así como organismos internacionales como Unicef, el Banco Mundial y el BID, resulta esencial para implementar políticas que disminuyan los daños asociados al alcohol.
El Minsa solicita a la sociedad tomar conciencia sobre el impacto del alcohol en menores de edad. Especialistas sostienen que la prevención temprana ayuda a evitar la dependencia en etapas posteriores y permite reducir considerablemente los riesgos de accidentes, violencia y enfermedades crónicas vinculadas al consumo de alcohol.



