Restauran la Iglesia y Monasterio de las Trinitarias, joya barroca del siglo XVII que vuelve a destacar en el Centro Histórico de Lima

Tras un minucioso proceso de conservación impulsado por PROLIMA, la Municipalidad de Lima presentó la restauración de las fachadas de la Iglesia y Monasterio de las Trinitarias, conjunto religioso del siglo XVII que vuelve a destacar como símbolo del patrimonio histórico y espiritual de Barrios Altos

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La intervención fue liderada por
La intervención fue liderada por el Programa Municipal para la Recuperación del Centro Histórico de Lima (PROLIMA). (Composición: Infobae)

En Barrios Altos, una de las zonas más antiguas del Centro Histórico de Lima, se alza nuevamente con brillo renovado la Iglesia y Monasterio de las Trinitarias. Este conjunto religioso del siglo XVII, testigo de la historia virreinal y republicana de la capital, muestra hoy sus fachadas restauradas tras un minucioso proceso de conservación liderado por la Municipalidad de Lima a través del Programa Municipal para la Recuperación del Centro Histórico de Lima (PROLIMA).

El templo, ubicado en la intersección de los jirones Ancash y Paruro, forma parte del paisaje tradicional de la ciudad y constituye uno de los ejemplos más representativos del barroco limeño. Sin embargo, el paso del tiempo y las alteraciones sufridas en su estructura habían afectado su apariencia original. Por ello, la reciente intervención no solo devolvió su apariencia arquitectónica, sino que también reafirmó su importancia como símbolo del patrimonio religioso y cultural de la capital.

Durante la ceremonia de entrega, el alcalde metropolitano de Lima, Rafael López Aliaga, acompañado del subgerente de Planificación de PROLIMA, Juan Manuel Parra, y de las hermanas trinitarias, destacó el valor de la obra dentro del Plan Maestro del Centro Histórico de Lima 2019–2029. Este plan busca preservar los bienes patrimoniales que integran el corazón histórico de la ciudad, reconociendo su relevancia no solo para los limeños, sino para el país entero.

“La restauración de las fachadas de Las Trinitarias no es un hecho aislado, sino parte de un proceso mayor de recuperación integral del Centro Histórico de Lima. Cada intervención reafirma nuestro compromiso con la memoria y la identidad de la ciudad”, señaló Juan Manuel Parra durante su discurso, resaltando la continuidad de las obras que aún se desarrollan en el conjunto arquitectónico.

Un proceso de restauración integral

La entrega oficial estuvo encabezada
La entrega oficial estuvo encabezada por el alcalde Rafael López Aliaga y el subgerente de Planificación de PROLIMA, Juan Manuel Parra. (PROLIMA)

La intervención comprendió la restauración completa de la fachada principal y las torres campanario, además del reforzamiento estructural de los muros. También se restituyeron elementos ornamentales originales, se consolidaron las carpinterías y se recuperaron las policromías históricas de los muros. Todo ello permitió que el templo recupere su presencia dentro del paisaje urbano de Barrios Altos, donde conviven edificaciones virreinales y republicanas.

Entre las acciones más destacadas figuraron la liberación de materiales incompatibles que habían sido incorporados en intervenciones anteriores, la recuperación del muro pretil y la integración visual del atrio con el entorno inmediato. Estos trabajos, ejecutados por especialistas en conservación, se realizaron siguiendo criterios técnicos aprobados por PROLIMA, que priorizan la autenticidad y la lectura histórica de los monumentos.

Esta entrega representa un avance dentro del proceso de restauración integral del conjunto de Las Trinitarias, cuya recuperación total continúa. El proyecto busca no solo rehabilitar las estructuras, sino también fortalecer el vínculo de la comunidad con su patrimonio, promoviendo el respeto por los valores culturales del Centro Histórico.

Historia y arquitectura del conjunto

El templo, ubicado entre los
El templo, ubicado entre los jirones Ancash y Paruro, es uno de los mejores ejemplos del barroco limeño. (Difusión)

El Monasterio de las Trinitarias fue fundado en el siglo XVII como beaterio por Ana de Robles y obtuvo licencia real para su establecimiento en 1676. Gracias al apoyo del protector Bernardo de Gurmendi, se inició la construcción del templo bajo la advocación de la Santísima Trinidad y San Miguel Arcángel, que fue inaugurado en 1722, tras más de veinte años de obras.

La iglesia, de planta en cruz latina, presenta una cúpula de media naranja considerada una de las más bellas de Lima, sostenida por pechinas decoradas con pinturas de los cuatro evangelistas. Su portada barroca, de tipo no-retablo, conserva columnas pareadas, una hornacina central y un medallón con el antiguo escudo de la orden trinitaria. A los costados, dos torres cuadradas de ladrillo y quincha enmarcan su imafronte, donde aún se mantiene el portón original de madera, restaurado durante esta intervención.

En su interior se conservan valiosas imágenes religiosas como La Coronación de la Virgen, San José, La Virgen del Carmen, Jesús Nazareno Cautivo y El Señor de la Caña, una efigie del siglo XVII que cada Domingo de Ramos forma parte de una procesión tradicional que parte desde este templo.

Compromiso con la memoria de Lima

Se retiraron materiales inadecuados de
Se retiraron materiales inadecuados de antiguas remodelaciones y se consolidaron elementos originales. (Difusión)

La entrega de las fachadas restauradas de la Iglesia y Monasterio de las Trinitarias simboliza la continuidad de una política municipal orientada a la protección del patrimonio histórico del Centro de Lima. Bajo el marco del Plan Maestro del Centro Histórico 2019–2029, PROLIMA impulsa intervenciones arquitectónicas, urbanas y sociales destinadas a recuperar la imagen de la Ciudad de los Reyes, preservando su legado y fomentando la valoración ciudadana de su historia.

Con este esfuerzo, la Municipalidad de Lima busca consolidar una visión de futuro que combine conservación y desarrollo, devolviendo al Centro Histórico su carácter monumental sin alterar su esencia. Las Trinitarias, con sus muros barrocos y su historia de casi tres siglos, vuelve a ser un referente espiritual y cultural para los vecinos de Barrios Altos y para todos quienes reconocen en sus muros parte fundamental de la historia de Lima.