
El papel de las familias empresarias peruanas en la economía nacional fue uno de los ejes centrales del Perú Wealth Management Summit 2025, evento que resaltó la contribución de este grupo al aportar el 40% del Producto Bruto Interno (PBI). Su peso las sitúa como un pilar en la gestión de patrimonios de alto valor, con un rol clave en el desarrollo económico del país. La reunión, organizada por El Dorado Investments, abordó los principales desafíos y oportunidades para estas familias, enfatizando la importancia de la diversificación y la profesionalización en la administración de grandes fortunas.
Patricia Martínez, Head of Private Banking de Scotiabank Perú, destacó tanto la longevidad como el liderazgo femenino en el ámbito patrimonial familiar. Subrayó que las mujeres, al vivir entre cinco y 10 años más que los hombres, enfrentan retos adicionales en la planificación financiera, pero también acceso a nuevas oportunidades. Martínez remarcó la urgencia de reforzar la educación financiera, la diversificación de inversiones y una visión de largo plazo, fundamentos para asegurar la sostenibilidad de los patrimonios familiares.
El análisis del entorno económico estuvo a cargo de Diego Macera, director del Instituto Peruano de Economía (IPE). Advirtió que, a pesar de los altos precios internacionales de las materias primas —con énfasis en el cobre—, el país no logra capitalizar plenamente este contexto favorable. Estimó que el crecimiento económico de 2025 estará entre 3,1% y 3,2%, condicionado por la incertidumbre política. Explicó: “Si bien la inflación está controlada y el sol peruano se mantiene estable y fortalecido frente al dólar, a diferencia de la depreciación en otros países de la región, la inestabilidad política limita el crecimiento”. Macera afirmó que los fundamentos macroeconómicos permitirían una expansión del 4% al 4,5% del PBI si se resolvieran los obstáculos políticos.

Sector minero y gestión patrimonial
Respecto al sector minero, Macera señaló que se prevén inversiones por USD 55.000 millones, impulsadas por la demanda global de energías limpias y el papel estratégico del cobre en la transición energética. Este panorama abre posibilidades relevantes para la expansión y diversificación del portafolio familiar, al vincular la minería y la gestión patrimonial con tendencias globales.
El summit congregó a ejecutivos y especialistas del sistema financiero a través de tres paneles temáticos. El primero, “Estrategias de Optimización y Creación de Valor en la Gestión de Alto Patrimonio”, contó con la intervención de Patricia Martínez (Scotiabank), Diego Icaza (Prudential SAF), Joanna Castro (Credicorp Capital) y Ernesto Delgado (Inteligo), bajo la moderación de Magaly Martínez. En el segundo panel, titulado “Perspectivas de Inversión y Diversificación Global del Wealth Management”, participaron Eduardo Escario (VanEck), Carlos Muller (BBVA), Rafael Daher (DWS Group) y Óscar Rodríguez Serrano (BanBif), moderados por Jorge Ramos, presidente de la Asociación de Sociedades Agentes de Bolsa del Perú.

Hacia la profesionalización y la innovación
El tercer panel, “Perspectivas de Inversión y Planificación de la Gestión Patrimonial”, estuvo integrado por José Luis Cordano (Sura Investments), Bruno Ghio (Allié Family Office), Steve Ocampo (S4 Consultoría) y Sergio Vega-León (PwC Perú). La moderación quedó a cargo de Víctor Valdez (Osorio & Valdez Asociados), generando un espacio de diálogo enfocado en los retos y estrategias para la planificación sucesoria y la gestión integral del patrimonio.
Al cierre, Melvin Escudero, CEO de El Dorado Investments, subrayó que el fortalecimiento de las empresas familiares requiere mayor profesionalización y el uso de herramientas innovadoras, como la inteligencia artificial y la asesoría integral. Solo así será posible responder de manera efectiva a las expectativas de cada cliente y consolidar a las familias empresarias peruanas como actores decisivos para el futuro económico del país.

El peso económico de las familias empresarias, la importancia de la diversificación patrimonial y la profesionalización constante se perfilan como los tres ejes claves que definirán el desarrollo de la gestión de alto patrimonio en el Perú durante los próximos años.



