
Durante la Cumbre Amazónica del Agua, el cardenal Carlos Castillo destacó la capacidad de movilización de la ‘Generación Z’ en las recientes manifestaciones en Perú. El representante de la Iglesia Católica, quien participó en el último cónclave en el Vaticano, realizó un paralelismo entre el contexto que enfrenta la juventud actual y episodios bíblicos para ilustrar su actual protagonismo social.
Carlos Castillo se refirió específicamente a los jóvenes peruanos. Expresó que “son nuestros hijos, nuestros parientes, nuestros niños, que durante la pandemia empezaron a ver una tragedia y empezaron a pensar. Y como todos estudian, porque ahora no hay quien no estudie, han empezado a unirse”. Este reconocimiento llega tras varias semanas de protestas ciudadanas en las que la participación juvenil ha sido visible en diversas ciudades.
El cardenal también trazó un vínculo entre el momento que atraviesa la ‘Generación Z’ y ciertos relatos bíblicos. “Ustedes saben que Dios, cuando quiere transformar el mundo, donde hay problemas graves, siempre elige al último. Eligió a Abel respecto de Caín, eligió a Jacob respecto de Esaú. Eligió a José respecto de sus hermanos y a Benjamín. Y también eligió a David para rey de Israel, siendo el pequeño y el insignificante. Dios transforma el mundo desde los insignificantes y pequeños. Ese es su modo de cambiar la historia”, señaló Castillo.

La intervención del cardenal Castillo durante la Cumbre Amazónica también incluyó una reflexión sobre la educación y el acceso al conocimiento en la actualidad. “Ahora no hay quien no estudie”, comentó, en referencia a la extensión de la educación entre las nuevas generaciones. La República indicó que esta observación busca poner en valor el papel activo que la juventud ha asumido tanto en la sociedad peruana como en el ámbito internacional.
La Cumbre Amazónica del Agua, celebrada en la región de Amazonía, reunió a representantes de diferentes sectores sociales y religiosos para debatir sobre retos medioambientales y sociales en la zona. Castillo aprovechó este escenario para subrayar que el cambio social suele originarse desde quienes, vistos como menores o últimos, sorprenden ejerciendo un impacto profundo en momentos de crisis.
Emplaza al gobierno
El cardenal Carlos Castillo, arzobispo de Lima, pidió al gobierno peruano una respuesta inmediata frente al aumento de extorsiones y asesinatos relacionados con el crimen organizado en la capital y el Callao. El reciente paro de transportistas respondió al asesinato de un conductor de autobús en San Juan de Miraflores, lo que evidenció el temor y la indignación que afecta al sector. Castillo enfatizó la importancia de reconocer la gravedad de la crisis y la necesidad de solidaridad hacia las víctimas, opinando que cada vida perdida merece atención prioritaria.
El religioso consideró que las protestas de los transportistas tienen un trasfondo social que debe comprenderse. Explicó que la decisión de paralizar servicios surge como una reacción contundente ante la inseguridad, y defendió el derecho de la población a manifestar su malestar en medio de la violencia y la sensación de abandono por parte de las autoridades. Subrayó la relevancia de mantener el orden y promover manifestaciones pacíficas, e insistió en que la indiferencia ante la violencia no es aceptable.
Desde el Ejecutivo, la respuesta fue rechazar cualquier vínculo directo entre el crimen ocurrido y redes de extorsión. También se desestimó que los paros sean una solución al incremento de la inseguridad, y se informó sobre la adopción de medidas como el bloqueo de más de 1,5 millones de teléfonos celulares asociados a delitos en lo que va del año. La demanda de Carlos Castillo reflejó el creciente clima de tensión social y la urgencia de medidas efectivas contra el crimen.