El paro de transportistas previsto para el lunes 6 de octubre en Lima y Callao promete marcar una jornada de impacto inédito para la movilidad urbana de la capital. Martín Ojeda, vocero de la Cámara Internacional del Transporte y representante de los transportistas de los conos Norte, Sur y Este, advirtió que “casi el 90% de buses van a parar” durante las 24 horas de protesta convocadas como repudio al asesinato del conductor Daniel José Cedeño Alfonso, ocurrido en San Juan de Miraflores.
En declaraciones a Panamericana, Ojeda remarcó la magnitud de la medida: “El ochenta, noventa por ciento de buses van a parar. Es un apago de motores.” El dirigente explicó que la protesta, acordada en dos sesiones gremiales celebradas el domingo, busca expresar solidaridad y luto por el conductor fallecido, además de exigir una respuesta efectiva de las autoridades frente a la creciente inseguridad que afecta a los trabajadores del transporte urbano. “Estamos de duelo, y este duelo invoca un tema de solidaridad y de respeto al señor que tenía un nombre, tenía una familia, tenía hijos y tenía un pasado, y lamentablemente le cortaron el futuro”, indicó.
A diferencia de movilizaciones previas, el paro no incluirá marchas ni bloqueos; el gremio optó por “apagar motores” y concentrar la manifestación en los terminales y bases de operación. “Hay algunas empresas que van a hacer una marcha de buses sin afectar el tráfico y otras que van a estar en sus terminales. Otros darán bocinazos a las siete de la mañana, e invitamos a la población a hacer un grito de protesta a esa hora”, detalló Ojeda.
El contexto inmediato de la protesta se vincula al asesinato de Daniel José Cedeño Alfonso, conductor de la empresa Lipetsa, mejor conocida como ‘El Triángulo’, quien falleció la noche del sábado mientras cumplía funciones en una ruta formal. Ojeda subrayó que la acción gremial responde a este último episodio, pero se fundamenta en una serie de incidentes violentos acumulados y una percepción de progresivo deterioro en la seguridad del sector. “Ya van cerca de cuarenta y siete asesinatos”, precisó el dirigente.
La decisión del gremio incluye la posibilidad de repetir la paralización en días consecutivos, ante nuevos hechos de violencia: “Si el día lunes hay otro fallecido, el martes también se parará”, sostuvo Ojeda. La advertencia busca presionar a las autoridades por acciones concretas y coordinadas desde los tres poderes del Estado.
También respondió al ministro del Interior, Carlos Malaver, quien mencionó que la víctima no era peruana y puso en duda que haya sido extorsionada, en un intento por invocar a deponer la convocatoria del paro. Sin embargo, el vocero insistió: “La realidad es que ha muerto en una cabina en una empresa de transporte formal como es Lipetsa, en hora de la noche y con usuarios. Y eso no es especulación”.
“Este no es un tema de caudillismo ni de protagonismos; la decisión fue tomada de manera colegiada en unidad y sin desavenencias”, agregó. También marcó distancia de otros paros recientes, al señalar: “No queremos que el próximo año aquellos que indujeron a paros sean futuros congresistas porque no queremos que el Congreso se llene de gente con otros intereses”.
El gremio invitó a los ciudadanos a sumarse simbólicamente, haciendo sonar cacerolas desde las siete de la mañana, como muestra de apoyo a la medida y de rechazo a la violencia contra los trabajadores del transporte. “Invocamos no solamente al transporte público de pasajeros, sino a todos aquellos que quieren apoyar, que inclusive toquen sus ollas, desde las siete de la mañana”, expresó Ojeda.