Bodegueros, vecinos y transeúntes ofrecen galletas, gaseosas y agua a transportistas en medio del paro que paralizó Lima

El asesinato de un conductor desató la indignación en el gremio del transporte. En distintos puntos de la capital, vecinos y comerciantes expresaron solidaridad con los manifestantes y realizaron críticas al Gobierno

Guardar
Protesta de transportistas deja caos y muestras de empatía: vecinos brindaron agua y alimentos a choferes en paro. (Latina Noticias)

La paralización del gremio de transportistas urbanos, convocada para este lunes 6 de octubre, generó congestión en distintos puntos de la capital y afectó el desplazamiento de miles de personas. La medida se inició en protesta por el asesinato de un conductor en San Juan de Miraflores, hecho que expuso una vez más la violencia que enfrentan quienes trabajan en el transporte público.

Mientras los buses permanecían detenidos y los manifestantes ocupaban las vías, en distintos distritos surgieron gestos de apoyo. En San Martín de Porres, un grupo de bodegueros ofreció galletas, agua y gaseosas a los choferes que participaban en la protesta. Una cobradora, con una bandeja llena de paquetes, fue la encargada de repartir los alimentos entre sus compañeros. “Salimos con miedo a trabajar, no sabemos si vamos a volver”, dijo la trabajadora del transporte.

El gesto se repitió en otros puntos de la ciudad. Vecinos y transeúntes se acercaron para entregar botellas de agua, entre otros objetos, expresando su respaldo a los conductores que reclamaban mayor protección frente a las extorsiones y asesinatos. En redes sociales circularon imágenes donde choferes y policías compartían agua bajo el sol limeño, gesto que muchos usuarios calificaron como una muestra de respeto y empatía en medio de la tensión.

Mientras Lima se paraliza, surgen gestos solidarios: vecinos comparten agua y galletas con transportistas en protesta. (TikTok: adasdice)

Aunque la paralización generó tráfico y malestar en algunos sectores, para otros fue una oportunidad para expresar cansancio ante la violencia. En las últimas semanas, la frecuencia de los atentados ha llegado a un promedio de casi uno por día. En el lugar de la protesta, se percibía la comprensión y solidaridad de la población hacia los conductores afectados, muchos de los cuales son familiares, vecinos o amigos de los manifestantes.

Protestas y voces de indignación

Solidaridad en las calles: ciudadanos ofrecen agua y alimentos a choferes paralizados por la violencia en el transporte. (Latina)

En distintos puntos de la capital, los manifestantes bloquearon vías y detuvieron unidades que intentaban continuar con el servicio. En San Martín de Porres, algunos vehículos fueron obligados a detenerse.

El ambiente se mantenía tenso. Los agentes intentaban controlar a los grupos más alterados, mientras los pasajeros caminaban kilómetros para llegar a sus destinos. Algunos negocios decidieron no abrir por precaución. “Con tanta inseguridad, ¿cómo se puede trabajar?”, comentó un vecino, observando las calles cerradas y los paraderos vacíos. Otros comerciantes señalaron que la paralización afectó directamente sus ingresos diarios, ya que la falta de transporte redujo la afluencia de clientes.

En medio del caos, también se escucharon duras críticas al Gobierno. Una ciudadana, visiblemente alterada, lanzó un reclamo. “A todos los están matando. Pobres los cobradores, ya no pueden ni vivir. La presidenta solo se llena los bolsillos. Nosotros también somos pueblo y queremos trabajar”, exclamó ante las cámaras. Su testimonio reflejó la frustración de muchos frente a la falta de respuestas estatales ante la violencia que sufre el sector transporte.

Paralización convocada por gremios de
Paralización convocada por gremios de transporte urbano este lunes 6 de octubre. (Composición: Infobae / capturas de pantalla)

El paro de transportistas anunciado para este lunes cuenta con la adhesión confirmada de varias empresas de transporte urbano e interprovincial. Dentro del listado de compañías que han comunicado oficialmente su participación se encuentran Los Chinos, Etulsa, Génesis, Etusa, La 41, El Rápido, El Cóndor, Nueva América y Cruz del Sur.

La suspensión de servicios por parte de estas empresas impacta tanto en la movilidad dentro de Lima como en los traslados hacia otras regiones. La paralización de líneas clave como Los Chinos, Etulsa y La 41 agrava la reducción de la oferta de buses urbanos, dificultando el desplazamiento cotidiano de miles de personas. Por su parte, Cruz del Sur y El Cóndor han dejado de operar sus rutas habituales.