
Cuidar la salud de las articulaciones es fundamental para mantener la movilidad, la funcionalidad y una buena calidad de vida. En el Perú, los problemas musculoesqueléticos son una causa frecuente de consulta y discapacidad. Según reportes del Ministerio de Salud (Minsa), se diagnostican cada año más de 100 casos nuevos de artritis reumatoide en el país. Además, la guía de osteoartritis del Seguro Social de Salud (EsSalud) reconoce que el dolor articular persistente y la pérdida funcional constituyen problemas clínicos significativos, especialmente en personas mayores de 45 años.
Estas afecciones no solo generan dolor crónico e inflamación, sino también costes médicos, limitaciones laborales y deterioro de la calidad de vida. Por ello, es relevante investigar qué estrategias nutricionales pueden contribuir a proteger las articulaciones, reducir la inflamación y prevenir el dolor.
En ese sentido, entre los suplementos más promocionados suele mencionarse la vitamina D. No obstante, la evidencia sobre su impacto directo en la salud articular es limitada. En cambio, un micronutriente menos conocido, el selenio, está despertando interés por su potencial para modular mecanismos de daño oxidativo e inflamatorio en las articulaciones.
El selenio es el mejor suplemento para las articulaciones

El selenio es considerado el mejor mineral para la salud de las articulaciones debido a los siguientes motivos:
- Protección articular: el selenio es un oligoelemento esencial que actúa como componente de enzimas antioxidantes como la glutatión peroxidasa, que neutralizan radicales libres y peróxidos dañinos en tejidos. En las articulaciones, el estrés oxidativo contribuye al desgaste del cartílago y la degeneración del tejido conectivo; al disminuirlo, el selenio puede ralentizar el deterioro del cartílago y la membrana sinovial, una fina capa de tejido conjuntivo que recubre el interior de las articulaciones. Además, los niveles bajos de selenio se asocian con la enfermedad de Kashin-Beck, una forma de artritis degenerativa asociada a deficiencia nutricional, lo que sugiere un papel protector del mineral ante el daño articular.
- Reducción de la inflamación: el selenio y las selenoproteínas participan en la regulación de las vías inflamatorias (por ejemplo, modulando la síntesis de citoquinas proinflamatorias). Al proteger frente al estrés oxidativo, se reduce la activación de señales de daño celular que desencadenan procesos inflamatorios locales. El selenio se ha asociado a menores marcadores de inflamación en sangre, lo que sugiere que un aporte adecuado puede atenuar la respuesta inflamatoria crónica que daña las articulaciones.
- Prevención del dolor: el dolor articular es a menudo una consecuencia directa de la inflamación y el estrés oxidativo en tejidos sensitivos. Al reducir estos estímulos nocivos, el selenio puede contribuir a disminuir la sensación dolorosa. Además, un aporte mantenido de selenio puede mejorar la movilidad, reducir la rigidez y disminuir la sensibilidad articular.
No obstante, es importante subrayar que el selenio no es una “cura milagrosa” por sí solo, sino un complemento nutricional que puede integrarse dentro de un abordaje integral que incluya ejercicio, control del peso, fisioterapia y tratamiento médico.
Alimentos ricos en selenio

Para la mayoría de las personas, la mejor fuente de selenio es la dieta. Algunas alimentos ricos en este mineral son:
- Nueces de Brasil (una de las más concentradas, aunque se debe controlar la cantidad)
- Mariscos y pescados (como atún, sardinas, camarones)
- Carnes magras (res, cerdo, pollo)
- Huevos
- Cereales integrales y panes elaborados con harinas enriquecidas
- Semillas de girasol y otros frutos secos
Cuánto selenio debe consumirse al día
En condiciones normales, la ingesta recomendada de selenio para adultos suele rondar los 55 a 70 microgramos diarios, y hay un límite tolerable máximo de aproximadamente 400 microgramos por día para evitar toxicidad.
Si la dieta no alcanza a cubrir los requerimientos, puede considerarse el uso de suplementos de selenio. Cabe señalar que solo un médico, nutricionista o profesional calificado puede evaluar si existe deficiencia, determinar la dosis adecuada y supervisar el uso del suplemento, ya que el exceso de selenio puede producir efectos adversos como náuseas, caída de cabello, alteraciones neurológicas o daño renal.



