Lima y Puno recibirán 200 millones de dólares para garantizar agua potable segura: Así será el proyecto del Banco Mundial

El plan tendrá una duración estimada de 10 años y busca mejorar el tratamiento de aguas residuales, implementar estrategias de economía circular en el sector y ampliar la cobertura de servicios de agua y saneamiento

Guardar

El acceso al agua segura continúa siendo uno de los mayores desafíos en el país. Mientras informes oficiales advierten sobre la disminución de la producción de agua potable en Lima Metropolitana y estudios sanitarios han detectado presencia de coliformes fecales y metales pesados en distintas regiones, el Banco Mundial anunció un programa de gran escala para fortalecer la infraestructura y la gestión de este recurso.

El Directorio Ejecutivo de la entidad financiera aprobó un financiamiento de 200 millones de dólares destinado a mejorar el tratamiento de aguas residuales, implementar estrategias de economía circular en el sector y ampliar la cobertura de servicios de agua y saneamiento en Lima y Puno. Se trata de un plan de diez años que busca no solo ampliar el acceso a agua potable, sino también impulsar la reutilización y conservación en un contexto de cambio climático y presión sobre las fuentes hídricas.

Un programa de $200 millones para reforzar la seguridad hídrica

Crisis agua Lima
Crisis agua Lima

El proyecto aprobado por el Banco Mundial contempla intervenciones en zonas críticas. En Lima, donde la demanda de agua supera con creces la capacidad de las fuentes disponibles, se financiará la modernización de los sistemas de saneamiento, reducción de pérdidas en las redes y proyectos de reutilización para la industria. En Puno, el programa apunta a la protección del lago Titicaca con nuevas plantas de tratamiento de aguas residuales, expansión de redes de agua y mejoras en la infraestructura de riego para las comunidades locales.

La iniciativa está alineada con la hoja de ruta de economía circular en el sector agua, que busca transformar las aguas residuales en un recurso útil. Entre las medidas previstas se encuentran la recarga de acuíferos, la recuperación de nutrientes a través de tratamientos avanzados y la cogeneración de energía a partir de procesos de saneamiento. Según el ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Durich Whittembury, el objetivo es “cerrar la brecha en agua y saneamiento mientras fortalecemos la seguridad hídrica del país, en beneficio de la salud y desarrollo de las familias”.

De acuerdo con cifras oficiales, sectores intensivos en agua como la minería, la agricultura, la construcción y la manufactura generan casi dos quintas partes del PBI nacional. La agricultura, que emplea a una cuarta parte de la fuerza laboral, depende del riego y es particularmente vulnerable a sequías y a la contaminación de ríos y lagos. En ese sentido, el Banco Mundial destacó que este programa permitirá a las empresas de servicios públicos planificar inversiones sostenibles y fomentar la participación tanto pública como privada.

Agua potable en Lima y regiones: caídas en la producción y problemas de calidad

Digesa detectó contaminación en agua
Digesa detectó contaminación en agua de Lima y otras regiones . Foto: Andina

El anuncio del financiamiento llega en medio de reportes que evidencian una situación preocupante en la capital. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la producción de agua potable en Lima Metropolitana alcanzó en marzo de 2025 un total de 71 millones 647 mil metros cúbicos, cifra que significó una reducción de 2,3% frente al mismo mes del año anterior. Lo paradójico es que este descenso se dio en un escenario de alta disponibilidad de recursos: el caudal del río Rímac creció en 61,9% respecto a 2024 y superó en 30,6% su promedio histórico.

La tendencia a la baja se arrastra desde finales de 2024. En diciembre de ese año, el volumen de producción fue de 68 millones 681 mil metros cúbicos, 0,5% menos que en diciembre de 2023. En enero de 2025 la caída fue de 1,7% interanual, lo que confirma una serie de descensos consecutivos que han encendido las alertas sobre la eficiencia en el procesamiento y distribución del agua. Sedapal se pronunció sobre la situación, señalando que trabaja en proyectos de optimización, aunque los datos muestran que la capacidad instalada sigue siendo insuficiente para la creciente demanda urbana.

La preocupación no se limita a la cantidad, sino también a la calidad del agua potable. Una investigación de la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (Digesa) reveló que entre 2021 y 2022, en 27 distritos de Lima y en 23 regiones del país, el agua de red contenía coliformes fecales, cloro insuficiente y metales pesados. En distritos como San Martín de Porres, Puente Piedra, Comas y Los Olivos, las muestras registraron cloración deficiente, mientras que en Lurín y Pachacamac se encontraron bacterias y altos niveles de sodio.

En regiones como Apurímac, Huancavelica, Puno, Moquegua, Madre de Dios y Tacna, se detectaron metales pesados como arsénico, mercurio y plomo, sustancias con potencial cancerígeno según la OMS. En zonas de la Amazonía, como Loreto y San Martín, se hallaron larvas y helmintos, lo que refleja exposición prolongada a contaminación fecal. Especialistas advierten que, aunque hervir el agua elimina bacterias y virus, no sirve para neutralizar metales pesados ni contaminantes químicos, lo que representa un riesgo silencioso para la salud de miles de familias.