Paro de transportistas: Así podrán reprogramar sus citas los pacientes que no pudieron asistir a su consulta, según EsSalud

Debido a la paralización del servicio en Lima y Callao, asegurados de EsSalud no han podido asistir a sus citas. Por ello, la institución aseguró que está tomando todas las medidas de contingencia necesarias

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EsSalud confirmó que se podrá
EsSalud confirmó que se podrá reprogramar las citas. Foto: Andina / Andina

Cientos de usuarios de Lima y Callao se han visto afectados este jueves 2 de octubre, por el paro de transportista que ha acatado una parte del sector. Al menos 10 mil unidades de transporte urbano, incluyendo buses, combis y cúster, han parado el servicio.

En este contexto, el Seguro Social de Salud (EsSalud) informó que los asegurados que no lograron acudir a sus citas médicas en hospitales y centros de la capital deberán comunicarse con su central telefónica para gestionar reprogramaciones.

“Estamos tomando todas las medidas de contingencia necesarias para garantizar la atención”, aseguró la institución por medio de un comunicado oficial.

La medida, impulsada por más de 450 empresas del sector, fue convocada en reclamo por lo que consideran la falta de acciones del Estado frente a problemas de violencia, extorsión y amenazas que se registran en el sistema de transporte.

El paro modificó la rutina de la ciudad e impactó especialmente a quienes habitualmente se movilizan entre Lima Este y el centro. Las compañías denunciaron un clima de inseguridad creciente y señalaron que tanto conductores como pasajeros permanecen expuestos a ataques armados, así como a constantes extorsiones, situación que ha escalado en los últimos meses.

EsSalud se pronunció sobre las
EsSalud se pronunció sobre las citas de sus asegurados ante el paro de transportistas en Lima .Foto: EsSalud

Impacto en las rutas y reacción gremial

El paro no fue acatado en su totalidad, ya que algunas empresas decidieron operar rutas selectas. En distritos como Puente Nuevo, Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores y Villa El Salvador hubo circulación de vehículos, aunque con restricciones. Los reportes indicaron la operación de 16 a 17 compañías, como Real Star y las denominadas “celestes”, que cubren rutas extensas entre Lima Norte y el sur.

La oferta reducida de unidades se reflejó en buses que, pese a permanecer vacíos, no lograron cubrir la demanda habitual. Esto generó retrasos y congestión, sobre todo en paraderos estratégicos de zonas afectadas. Usuarios entrevistados relataron dificultades para planificar sus desplazamientos y limitaron sus traslados a recorridos en los que hallaron alternativas disponibles.

La Coordinadora de Empresas de Transporte Urbano de Lima y Callao confirmó que la paralización cuenta con el respaldo de más de 450 compañías. Mencionó entre las líneas más golpeadas por hechos de inseguridad a Santa Catalina, B y C, empresas que en semanas recientes sufrieron extorsiones y ataques armados. Voceros del gremio solicitaron la adhesión de otros sectores de transporte y remarcaron: “Se trata de un problema transversal que requiere atención inmediata de las autoridades”.

Héctor Vargas, presidente de la
Héctor Vargas, presidente de la Coordinadora de Transporte Urbano, anunció que su gremio se sumará al paro para generar conciencia sobre la inseguridad que afecta al sector. Foto: Composición Infobae Perú

Exigen medidas inmediatas y anuncian proyecto de ley

El representante gremial Héctor Vargas señaló que la paralización refleja la “falta de voluntad política” ante la criminalidad. Según el dirigente, el paro no es una medida aislada: el gremio presentará un proyecto de ley para crear una unidad de élite integrada por la Policía, la Fiscalía y el Poder Judicial, encargada de proteger a conductores y usuarios frente a episodios de violencia y extorsión.

“El paro surge por la falta de voluntad política para enfrentar la inseguridad que afecta a todo el sistema de transporte. Nos vemos forzados a tomar esta decisión para exigir acciones concretas”, afirmó.

El pedido principal radica en el diseño de estrategias estatales contra la criminalidad, bajo el argumento de que el sector no cuenta hoy con garantías mínimas para operar.