Pese a que desde el Ejecutivo minimizaron el impacto del paro de transportistas del 2 de octubre, la falta de buses afectó a escolares y maestros que debían trasladarse hacia los centros educativos. Desde la madrugada, en diversos puntos de Lima y Callao se reportaron largas esperas, cobros excesivos en colectivos y una ausencia casi total de buses en zonas claves de la capital.
Padres, madres y profesores esperaban durante largos minutos la llegada de una combi o un bus que nunca pasaba, lo que los obligaba a pagar hasta el triple del precio regular en transporte informal.
Una profesora relató las dificultades que enfrentó para llegar a su centro educativo. De hecho, eran las 9:00 de la mañana y aún no podía terminar su viaje. Por esa razón, la mujer cuestionó al Minedu por no ordenar que las labores se ejecuten de manera virtual.

“Yo trabajo en el colegio. Yo creo que la UGEL debió de pronunciarse para hacer clases virtuales. Pero, como no se pronunció, nosotros tenemos que ir a laborar, normal, clases presenciales”, expresó en declaraciones a Exitosa.
La docente explicó que, para poder llegar, tuvo que hacer varios trasbordos y gastar hasta S/ 10 en tramos que en un día regular no superan los S/ 4. “Me cobraron cinco soles desde mi domicilio hasta la C, y de la C para acá, otros cinco soles. Es demasiado, ¿no?”, denunció.

Denuncian que no hubo información clara del Minedu
El alto costo económico es solo una parte del problema. La incertidumbre generada por la falta de comunicación oficial también afecta a los padres.
El paro de transportistas del 2 de octubre fue anunciado con varios días de anticipación, pero el Ministerio de Educación recién se pronunció tarde en la noche del 1 de octubre, otorgando solo dos horas de tolerancia para el ingreso a las escuelas. Para muchos padres y docentes, esa medida resultó insuficiente y tardía.
El Rotafono de RPP Noticias recibió denuncias de padres que no sabían si mandar a sus hijos al colegio, pues no estaban al tanto del comunicado oficial del Minedu y las instituciones educativas tampoco se pronunciaron.
Según dijo la periodista encargada, desde la mañana recibieron mensajes de madres de familia preocupadas por la falta de transporte público y porque no tenían información clara sobre cómo proceder frente al paro. “Advertían que el Ministerio de Educación no había emitido un comunicado”, señaló.

La queja apunta directamente a la falta de previsión del sector Educación. Las familias no sabían hasta las siete de la mañana si debían enviar a sus hijos al colegio o no.
Padres entre la incertidumbre y el temor
Es por eso que muchos tuvieron que tomar la decisión de arriesgarse y enviar a sus hijos caminando largas distancias o asumir los altos costos de transporte. Otros optaron por no enviarlos, temerosos de posibles agresiones a los buses que sí circulaban.
De hecho, en algunos puntos de la capital, especialmente en la zona norte, se reportaron ataques a las unidades que decidieron no acatar la paralización. Los pasajeros debían retirarse asustados de los buses, ante la agresividad de los manifestantes.