Alertan que vehículos tubulares en Huacachina son un peligro: Fiscalía de Ica señala que no cumplen condiciones técnicas ni legales

El fiscal Pedro Eloy Del Carpio explicó que estas unidades son de fabricación artesanal y carecen de homologación, lo que incrementa el riesgo para turistas y conductores

Guardar
Paracas e Ica combinan playas,
Paracas e Ica combinan playas, desierto y experiencias enológicas.

Circular por las dunas de Huacachina en vehículos tubulares o “buggies” implica riesgos mucho mayores de lo que la mayoría de los visitantes imagina. La Fiscalía Provincial de Prevención del Delito de Ica ha alertado que estos vehículos suponen un peligro relevante para turistas, residentes locales y vecinos de la zona.

El fiscal provincial Pedro Eloy Del Carpio ha explicado que los buggies que se desplazan por las dunas son unidades de construcción artesanal, también conocidas como areneros o ROV (vehículos recreativos fuera de carretera). Estas estructuras no respetan las normas técnicas vigentes y, en consecuencia, no cuentan con autorización legal para operar en el desierto.

Los accidentes relacionados con estos vehículos ocurren con frecuencia. Vuelcos en las dunas han ocasionado lesiones graves y muertes. Además, al circular cerca de talleres o estaciones de servicio, ponen en riesgo a terceros, lo que ha generado reiteradas advertencias de las autoridades a nivel local y nacional.

¿Por qué los buggies de la Huacachina no son seguros?

Los vehículos tubulares en Huacachina se fabrican artesanalmente y no disponen de certificación industrial, limitando su resistencia y condiciones de seguridad. La ausencia de homologación impide que se los considere aptos para la circulación.

Como ROV, estos buggies solo deberían utilizarse en espacios privados y bajo control estricto. Sin embargo, es habitual que circulen por las calles cercanas al oasis y en áreas turísticas, lo que incrementa los peligros para peatones y conductores.

La ley en Perú establece que todo vehículo destinado al transporte de personas debe superar inspecciones técnicas, contar con registro vehicular y permisos específicos. Los tubulares empleados en Huacachina no cumplen con estos requisitos, por lo que su circulación resulta ilegal y peligrosa.

La falta de homologación y la circulación en espacios no permitidos hacen que el uso de estos vehículos implique riesgos difíciles de prevenir.

Velocidad, falta de control y accidentes: los riesgos de los buggies

El empleo de buggies en las dunas de Huacachina ha generado accidentes constantes, que incluyen vuelcos y choques. Las consecuencias pueden ir desde lesiones leves hasta heridas de gravedad o incluso fallecimientos.

Advierten que tubulares utilizados en las dunas de Huacachina son un grave riesgo. Fuente: Ministerio Público

Cuando estos vehículos ingresan a vías formales para abastecimiento o mantenimiento, suman un factor de peligro adicional. La combinación de altas velocidades, ausencia de señalización y el terreno desigual eleva notoriamente la posibilidad de accidentes.

La Fiscalía de Ica ha documentado incidentes semejantes en Nasca y Paracas, donde también operan buggies sin regulación adecuada. La falta de supervisión y las deficiencias técnicas convierten estas actividades en un riesgo latente también para la comunidad vecina.

Las condiciones técnicas deficientes y el uso en zonas no autorizadas incrementan el peligro para usuarios y transeúntes.

¿Qué sanciones enfrentan quienes ofrecen paseos en tubulares?

Los operadores de paseos en buggies pueden ser responsables penalmente por delitos como lesiones culposas, homicidio culposo o exposición al peligro. Además, existe la posibilidad de enfrentar cargos por fraude al consumidor, falsedad genérica y publicidad engañosa al ofrecer un servicio que incumple con la normativa vigente.

Los funcionarios que habilitan estas actividades también pueden ser investigados por omisión de actos funcionales, encubrimiento, abuso de autoridad y daño a zonas protegidas. La operación ilícita de estos vehículos pone en juego la seguridad de los asistentes y afecta la conservación del ecosistema dunar, usado incluso como estacionamiento informal para buggies.

Circular por las dunas de Huacachina
Circular por las dunas de Huacachina en vehículos tubulares o “buggies” implica riesgos mucho mayores de lo que la mayoría de los visitantes imagina. | Andina

El Ministerio Público ha remitido oficios a autoridades locales y nacionales exigiendo medidas correctivas y regulación de estos vehículos en Huacachina, Nasca y Paracas. La supervisión y cumplimiento de la legislación son esenciales para preservar la seguridad y el entorno natural.

Accidente en Huacachina reavivó la preocupación por los buggies

En mayo de este año, un accidente en las dunas de Huacachina causó la muerte de María Focumet, una turista estadounidense de 56 años. El incidente tuvo lugar en la zona denominada Lomo de Camello, donde el tubular en el que viajaba volcó durante una actividad de sandboarding.

La visitante fue trasladada rápidamente al Hospital Regional de Ica, pero los médicos confirmaron su fallecimiento. El vehículo, con placa AFN-313, estaba al mando de José Carillo Aragón y contaba como guía con Fernando Peralta Fernández.

Tras el suceso, las investigaciones expusieron la presencia de al menos 450 tubulares sin autorización operando en la región. Esta situación desencadenó nuevas advertencias por parte de las autoridades sobre la falta de control en los servicios turísticos de este tipo.

El accidente evidenció los serios riesgos asociados al uso de vehículos no regulados y reforzó la urgencia de una supervisión más estricta en la zona.