La influencia de las variaciones estacionales y fenómenos como lloviznas, neblina o incrementos de temperatura puede impactar el tránsito, las actividades recreativas y la organización de la rutina en Trujillo, ciudad situada en la costa norte de Perú. Mantenerse informado sobre el pronóstico meteorológico local permite ajustar las tareas diarias con mayor seguridad y efectividad.
Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) para este miércoles 1 de octubre el pronóstico del clima es:
- Cielo nublado parcial por la mañana variando a cielo nublado al atardecer; lluvia ligera; por la noche y hacia la madrugada.
- Por su parte, la temperatura máxima será de 22ºC
- Mientras que la mínima de 17ºC.
Además, conocer el pronóstico meteorológico ayuda a minimizar riesgos de algunos sectores económicos. Por ejemplo, los agricultores requieren información actualizada sobre el clima a fin de planificar siembras, organizar cosechas y proteger sus cultivos frente a episodios de lluvias imprevistas o periodos secos.
La ciudad de la “eterna primavera”

Durante los meses de verano, entre diciembre y marzo, Trujillo experimenta un aumento leve de las temperaturas, con una mayor percepción de calor, aunque el ambiente se mantiene templado en comparación con otras urbes costeras gracias a la brisa marina, lo que genera condiciones propicias tanto para los habitantes como para el turismo.
La época invernal, de junio a septiembre, se caracteriza por una constante cubierta nubosa y la presencia de “garúa”, la neblina local que reduce la exposición al sol pero no produce variaciones notables de la temperatura. La humedad en esta temporada permanece elevada, mientras que las lluvias continúan siendo poco comunes.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI), prevalece un clima cálido y seco la mayor parte del año en la ciudad; la temperatura media anual se sitúa entre 17 ℃ y 23 ℃, con escasa oscilación térmica. Las precipitaciones son escasas y generalmente se registran en los primeros meses del año, colocando a Trujillo entre las localidades con menor volumen de lluvias en el país.
El impacto de El Niño en Trujillo

Los fenómenos meteorológicos del Pacífico, como El Niño y La Niña, influyen de manera directa en el clima de Trujillo por su ubicación en la costa norte del Perú. Durante El Niño, el calentamiento de las aguas superficiales del Pacífico altera los patrones habituales y provoca lluvias intensas en esta región, donde las precipitaciones suelen ser escasas. Esta alteración genera situaciones inusuales como inundaciones y desbordes de ríos, impactando tanto en la ciudad como en áreas rurales.
Durante los episodios severos de El Niño, registrados en 1983, 1998 y 2017, Trujillo enfrentó lluvias fuera de lo común que ocasionaron efectos negativos sobre infraestructura, viviendas y actividades económicas. El aumento del caudal en los ríos Moche y otros generó daños materiales y afectó zonas emblemáticas como Chan Chan, cuyo material de construcción es vulnerable a la humedad. Estas circunstancias pusieron a prueba la resiliencia de la ciudad y la capacidad de respuesta frente a emergencias.
En contraste, La Niña produce condiciones opuestas al enfriar las aguas del Pacífico. En Trujillo, esto se traduce en refuerzo del clima seco, menor probabilidad de lluvias y un descenso leve de las temperaturas. Si bien La Niña puede limitar la disponibilidad de agua y reducir la productividad agrícola, no ocasiona los problemas graves que suele provocar El Niño, por lo que la ciudad mantiene su rutina en términos generales.