La visita de un trabajador minero a Lima terminó en tragedia en la madrugada del sábado. Arnaldo Javier Solari Rengifo, de 47 años, había viajado desde Moquegua para reencontrarse con su familia y celebrar el cumpleaños de su madre, pero fue acribillado a balazos en plena vía pública del distrito de San Juan de Miraflores. El ataque ocurrió cuando caminaba por la calle América Umamarca, donde fue interceptado por sujetos armados que abrieron fuego sin previo aviso.
El crimen ha conmocionado a los vecinos de la zona, quienes aseguraron haber escuchado varias detonaciones en medio de la llovizna nocturna. Pese a la violencia del ataque, los agresores no se llevaron ninguna de las pertenencias de la víctima. Tanto su billetera como su celular fueron hallados junto al cuerpo, lo que ha reforzado la hipótesis policial de un asesinato al estilo sicariato y no de un intento de robo.
Asesinato de minero en San Juan de Miraflores: lo que se sabe del caso

De acuerdo con el informe preliminar de la Policía Nacional del Perú (PNP), Solari recibió al menos ocho impactos de bala. Los testigos relataron que todo ocurrió de manera rápida y silenciosa. “Se escucharon muchos balazos, pero fue muy rápido. Pensamos que eran luces encendiéndose, no se escucharon gritos. Algunos dicen que había una moto, otros que dos personas salieron corriendo”, relató una vecina del barrio. Tras los disparos, fueron los propios residentes quienes encontraron al minero tendido en la vereda y dieron aviso a sus familiares.
La División de Investigación Criminal (Depincri) de San Juan de Miraflores se encuentra a cargo de las pesquisas en coordinación con la Fiscalía. Los agentes han acordonado la zona y concentran sus esfuerzos en la revisión de las cámaras de seguridad, con la expectativa de que estas imágenes permitan identificar los movimientos de los atacantes antes y después del crimen. Parte de la ráfaga incluso impactó en una pared cercana, lo que demuestra la intensidad de la balacera.
Los familiares de la víctima aseguraron que Solari no tenía enemigos ni había recibido amenazas, y que su único propósito era compartir con sus seres queridos tras seis meses de ausencia. “Venía a visitar a la familia después de seis meses. Solo pedimos que se investigue para esclarecer el tema”, declaró un pariente en medio del dolor. El trabajador se dedicaba a proyectos mineros en Moquegua y solía descansar por periodos de siete días, antes de retomar sus actividades en campamento.
Crisis de homicidios en Perú

Al cumplirse 1.000 días de gestión de Dina Boluarte, las cifras oficiales muestran un panorama crítico en materia de seguridad. Según datos del Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef), desde diciembre de 2022 hasta agosto de 2025 se han reportado 5.174 víctimas de homicidio en todo el país, un récord negativo en comparación con administraciones anteriores en periodos equivalentes. Solo en agosto pasado se contabilizaron 205 asesinatos, igualando la cifra más alta de meses previos.
El registro mensual revela que la violencia no ha descendido en lo que va del mandato. Desde enero de 2023, cuando se alcanzaron 124 homicidios en medio de las protestas nacionales, el número de muertes violentas no ha bajado de 100 por mes, con la única excepción de junio de 2023 (99 casos). El año más crítico fue el 2024, cuando noviembre cerró con 209 asesinatos, seguido por agosto del mismo año y enero de 2025, ambos con 205 víctimas.
Especialistas advierten que estas estadísticas confirman un deterioro sostenido del control estatal frente al crimen organizado, sicariato y economías ilegales. A pesar de los anuncios de mayor presencia policial y sistemas de videovigilancia, ciudades como Lima y Callao registran de forma constante hechos de violencia fatal en espacios públicos, reforzando la percepción ciudadana de que no existe una estrategia efectiva contra la inseguridad.