
Alexander Valencia, prodigio de la astronomía peruana, demostró que la pasión y la disciplina pueden superar cualquier obstáculo. Semanas después de padecer un robo en su hogar en San Juan de Miraflores, obtuvo la medalla de plata en la Olimpiada Mundial de Astronomía en Rusia, dejando en alto el nombre de Perú.
El asalto lo privó de sus ahorros y de su laptop, herramientas necesarias para su formación y preparación en competencias internacionales. A pesar de este golpe, Alexander persistió en su entrenamiento con total compromiso, convirtiéndose en un ejemplo de resiliencia frente a la adversidad.
Su historia resalta, además, la colaboración de la delegación peruana, liderada por el astrónomo Víctor Vera, miembro de SPACE-UNMSM. A través del programa Astro Clases, alumnos de COAR-Lima, Saco Oliveros, Prolog y Trilce accedieron a la competencia mundial, representando a Perú ante estudiantes de numerosos países.
El éxito de Alexander fue compartido. Alonso Marthans, integrante del equipo nacional, también logró una medalla de plata, mientras que Jharold Álvarez y Jordan Juscamaita obtuvieron medallas de oro, un resultado histórico para la delegación peruana en este tipo de certámenes.
Obtuvo plata en la Olimpiada de Brasil
Antes de brillar en Rusia, Alexander ya había demostrado su talento en la Olimpiada Latinoamericana de Astronomía y Astronáutica, desarrollada en Brasil. En aquella oportunidad, junto a Jesús Yataco y Rafael Zapata Castro, alcanzó tres medallas de plata, consolidándose entre los mejores jóvenes astrónomos de la región.

“Nuestros hijos representan todo ese esfuerzo que ponemos los peruanos día a día. Yo soy chófer de combi y cada jornada pienso en los logros de mi hijo; eso me impulsa a trabajar con entusiasmo, deseando evitar la delincuencia y regresar a casa para abrazar a mi familia”, afirmó el padre de Alexander Valencia a TV Perú.
Este logro fortaleció la confianza de Alexander. A pesar de haber sido víctima de un robo poco antes de viajar, logró conservar la motivación y destacarse en la competencia mundial. Su disciplina y constancia resultaron esenciales para obtener la medalla de plata en Rusia.
Adolescente genio sufrió robo en su propia casa
Hace unas semanas, Alexander afrontó un episodio que pudo haber frustrado sus sueños. En su domicilio de Pamplona, San Juan de Miraflores, delincuentes ingresaron y se apropiaron de su laptop y los ahorros conseguidos con gran esfuerzo.
Desde los cinco años, Alexander aspiraba a explorar el cielo nocturno con un telescopio propio. Fue con disciplina y constancia que se convirtió en una de las figuras más prometedoras de la astronomía peruana, participando como representante del país en India, Brasil y Rusia.
El robo afectó directamente sus recursos y le arrebató su principal herramienta de estudio. La computadora le permitía investigar, resolver ejercicios complejos y conectarse a sus clases y a los entrenamientos académicos, vitales en su preparación para competencias internacionales.
Pese a la pérdida, Alexander logró presentarse en el Mundial de Astronomía y demostró que talento y entrega pueden más que cualquier obstáculo.
Ahorraba de sol en sol para su propio telescopio
Uno de los aspectos más inspiradores en la vida de Alexander es su disciplina financiera. Ahorraba un sol cada día, recorría largas distancias a pie para evitar gastos en transporte y sumaba cada moneda hasta reunir lo necesario para adquirir un telescopio.
“Quería tener un telescopio para practicar cada día y observar el cielo a mi propio ritmo. Pero el robo me quitó esa oportunidad momentáneamente”, relató Alexander, quien jamás permitió que la adversidad frenara su progreso.

Su madre resaltó el esfuerzo de su hijo: cargar libros, caminar extensos trayectos y ahorrar cada moneda formaban parte de su rutina diaria para acercarse a su sueño de infancia. Cada sacrificio diario lo acercaba a observar las estrellas con su propio instrumento.
Finalmente, la vocación y dedicación de Alexander le permitieron superar la adversidad y representar exitosamente al país en India, Brasil y Rusia. La delegación peruana, integrada por Anahí Ponce, Kerry Bailon, Jordan Juscamaita, Jharold Álvarez, Alonso Marthans y Alexander Valencia, se consolidó como un referente de talento juvenil en astronomía y ciencias espaciales.



