El financiamiento verde: una oportunidad para crecer cuidando el planeta

No es un tema de moda, es una vía práctica para generar valor económico y social, asegurando al mismo tiempo que las próximas generaciones puedan contar con un entorno saludable

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Personas de diferentes edades plantando
Personas de diferentes edades plantando árboles juntas, fomentando la reforestación y el cuidado del medio ambiente de manera colaborativa. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

En los últimos años, el concepto de sostenibilidad ha dejado de ser un discurso lejano para convertirse en una prioridad concreta. El cambio climático, la degradación de los ecosistemas y el uso ineficiente de los recursos naturales nos recuerdan que el modelo económico tradicional ya no es suficiente: necesitamos apostar por un crecimiento que respete los límites del planeta.

En este contexto, el financiamiento verde surge como una herramienta clave. Se trata de créditos dirigidos a actividades que reducen las emisiones, promueven energías limpias, gestionan de manera responsable los residuos y preservan los recursos naturales. No es un tema de moda, es una vía práctica para generar valor económico y social, asegurando al mismo tiempo que las próximas generaciones puedan contar con un entorno saludable.

La ventaja de este tipo de financiamiento es doble. Por un lado, impulsa la competitividad de emprendedores y empresas que apuestan por la innovación sostenible. Por otro, genera beneficios colectivos: menos contaminación, más eficiencia en el uso del agua y la energía, más oportunidades para comunidades rurales y urbanas. Un agricultor que decide producir orgánicamente, una pyme que hace un cambio por tecnologías limpias para la una mayor eficiencia de su negocio o una familia que instala paneles solares e invierte en un sistema de riego tecnificado son ejemplos de cómo lo verde puede ser rentable y transformador a la vez.

Cada vez más entidades financieras en el mundo, y también en el Perú, están incluyendo la sostenibilidad como criterio en sus decisiones de financiamiento. Esto representa un cambio profundo: ya no se trata solo de evaluar rentabilidad económica, sino también de considerar el impacto social y ambiental.

Y en el sector microfinanciero esta apuesta por el financiamiento verde es de vital importancia, considerando que el 99% de las empresas en el Perú son MYPES. Por ello, en Financiera Confianza financiamos hasta diez actividades económicas reconocidas como verdes de acuerdo a la taxonomía de la FMBBVA —desde la apicultura y el reciclaje hasta la eficiencia energética— lo que abre nuevas posibilidades para sectores tradicionalmente excluidos del crédito formal.

El desafío está en ampliar el acceso y dar a conocer que existen estas alternativas. Muchos pequeños emprendedores todavía ven el financiamiento verde como algo lejano o difícil de obtener. Es fundamental que las entidades financieras, públicas y privadas, acompañen con condiciones atractivas, asesoría técnica y programas de capacitación que motiven a más personas a apostar por prácticas sostenibles.

El financiamiento verde no solo es una alternativa, es una necesidad. El futuro de nuestra economía y de nuestras comunidades dependerá de cómo logremos equilibrar productividad, rentabilidad y sostenibilidad. Apostar por proyectos que cuidan el planeta es apostar por un país más competitivo, resiliente y justo.