
El Ministerio de Defensa confirmó que el Perú adquirirá 24 aviones caza para modernizar la Fuerza Aérea del Perú (FAP) y reemplazar las actuales unidades Mirage 2000 y MIG 29, consideradas obsoletas. Desde hace varios meses, el Gobierno analiza tres propuestas: el Gripen E de Suecia, el Rafale de Francia y el F-16 de Estados Unidos, todas orientadas a fortalecer las capacidades operativas y estratégicas del país.
Autoridades peruanas, incluido el ministro de Defensa, Walter Astudillo, y el canciller Elmer Schialer, han sostenido reuniones con representantes de las tres naciones para evaluar las características y ventajas de cada aeronave. Entre los aspectos en consideración figuran la tecnología, el costo de operación y la capacidad de adaptación a los requerimientos de la FAP, con el fin de garantizar que la elección responda de manera adecuada a las necesidades de la defensa nacional.
Este sábado 20 de septiembre, Astudillo informó ante la Comisión de Defensa del Congreso que la evaluación de los tres modelos continúa y que en octubre próximo se anunciará la empresa ganadora de la licitación. El ministro subrayó que este proceso constituye la mayor inversión en equipamiento militar de los últimos años y que la decisión marcará un punto de inflexión en el rumbo de la defensa aérea peruana.

¿Qué aeronave tiene más poder de combate?
La elección del nuevo modelo de avión caza será decisiva para fortalecer la capacidad operativa de la Fuerza Aérea del Perú y proyectar su estrategia en la región. La decisión no solo considera la potencia de fuego, sino también la eficiencia operativa, la aviónica, los sistemas de guerra electrónica y la capacidad de adaptación a diversos escenarios de combate, factores que permitirán determinar cuál de los tres candidatos otorgará mayor poder aéreo al país.
En combate aire-aire, Saab sostiene que el Gripen E sobresale en misiones BVR gracias a su radar AESA y al sistema pasivo IRST, mientras que el F-16, pese a ser altamente maniobrable, depende de pods externos para la detección pasiva. Por su parte, Dassault Aviation enfatiza que el Rafale combina maniobrabilidad con fusión multisensor y sistemas de comunicación Link 16/NATO, lo que optimiza la toma de decisiones en tiempo real.

En el ámbito logístico, el avión de combate sueco destaca por su bajo costo operativo, rápida preparación y capacidad de operar en pistas cortas o incluso carreteras. El F-16 demanda una infraestructura más desarrollada, pero ofrece potencia y autonomía ya probadas en múltiples escenarios. En tanto, el Rafale resalta por su polivalencia y alcance estratégico, aunque con un costo operativo más elevado.

Si la prioridad es contar con una aeronave estratégica y polivalente, el Rafale francés aparece como la opción más completa; para un combate probado y de largo alcance, el F-16 ofrece una solución confiable y robusta; mientras que el Gripen E, según Saab y fuentes de Defense News, destaca por su eficiencia operativa, flexibilidad tecnológica y rapidez logística, cualidades determinantes para una defensa rápida y una superioridad aérea sostenida. La elección final dependerá del equilibrio entre costo, capacidad ofensiva, nivel tecnológico y las necesidades estratégicas de la Fuerza Aérea del Perú, lo que definirá el rumbo de su modernización en los próximos años.

Mindef confirma contra de 12 aviones subsónicos
Además de la adquisición de 24 aviones caza para modernizar la FAP, el ministro de Defensa, Walter Astudillo, anunció la compra de 12 aviones subsónicos que se destinarán a reforzar la lucha contra el narcotráfico y la minería ilegal. Según explicó, el proceso será de “corto plazo” y al menos dos aeronaves llegarían antes del 28 de julio de 2026, fecha en que culmina el actual gobierno de Dina Boluarte.
Astudillo precisó que esta medida busca fortalecer el control del espacio aéreo nacional, un reto que, aseguró, el Estado peruano ha postergado durante décadas. “Es una tarea pendiente que tiene el Estado peruano de hace muchas décadas y esto va a ser un paso muy importante”, declaró ante la prensa tras detallar el alcance de la iniciativa.

Los nuevos aviones subsónicos estarán orientados principalmente al combate del narcotráfico, que afecta a la región andina, y a la lucha contra la minería ilegal en diferentes zonas del país. Con su incorporación, el Ministerio de Defensa espera incrementar la presencia de la FAP en áreas estratégicas y mejorar la capacidad de respuesta para garantizar un control más efectivo del espacio aéreo.