
La Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) advirtió este lunes que el buque italiano Mare Doricum, señalado como responsable directo del derrame de petróleo en Ventanilla de 2022, ha abandonado el puerto del Callao con rumbo a la República Popular China, pese a que sobre él pesaban medidas judiciales y procesos abiertos. Este hecho compromete la continuidad de las investigaciones por contaminación ambiental en el mayor desastre ecológico ocurrido en el litoral peruano.
El comunicado de la Fiscalía responsabiliza al Poder Judicial de autorizar, el 3 de septiembre de 2025, el levantamiento de la incautación de la embarcación, a pesar de que existía un recurso de nulidad pendiente de resolución. Un día después, el 4 de septiembre, el buque zarpó sin restricciones, pese a que la FEMA Lima Noroeste había alertado a la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi) sobre el riesgo de permitir la salida.
La nave, un carguero tipo Suezmax construido en 2009 y propiedad de la armadora italiana Fratelli D’Amico Armatori, ya se encuentra en ruta hacia Asia, dejando al país sin una pieza clave para las investigaciones que aún siguen abiertas en torno a la responsabilidad del desastre ambiental que afectó más de 1.100 km² de mar, 17 playas y diversas áreas naturales protegidas.
Fiscalía denuncia “autorización irregular” de salida del navío por parte del Poder Judicial

En su comunicado oficial difundido este 15 de septiembre de 2025, la Coordinación Nacional de las Fiscalías Ambientales detalló cuatro puntos clave. El primero hace referencia a la “autorización judicial irregular” otorgada por el Poder Judicial, que permitió levantar la incautación sobre el buque italiano Mare Doricum, pese a que todavía no había quedado consentido un recurso que buscaba mantener la medida.
El segundo punto subraya que, a pesar de la notificación enviada por la FEMA Lima Noroeste a la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi), advirtiendo la existencia del recurso de nulidad, el buque fue liberado. Un día después, el 4 de septiembre, la nave de bandera italiana partió rumbo a la República Popular China, alejándose de las costas nacionales en medio de un proceso judicial aún en curso.
En tercer lugar, la Fiscalía recordó que el principio de oportunidad celebrado anteriormente por el exfiscal Ariel Tapia Gómez, que habría buscado cerrar el caso bajo condiciones cuestionadas, todavía no ha sido aprobado de manera definitiva, por lo que el zarpe del buque se considera irregular. Finalmente, la FEMA informó que ha remitido copias certificadas de lo ocurrido a órganos de control del Poder Judicial, Dicapi y la Autoridad Portuaria Nacional para que se determinen las responsabilidades administrativas, funcionales y jurisdiccionales.
¿Qué pasó el 15 de enero de 2022 en Ventanilla?
El ecocidio de Ventanilla se remonta al 15 de enero de 2022, cuando el buque tanque Mare Doricum, alquilado por la empresa española Repsol para operaciones en la refinería La Pampilla, derramó miles de barriles de crudo en el mar de Ventanilla. Inicialmente, la compañía reportó solo siete galones de fuga, pero las investigaciones posteriores confirmaron que fueron más de 11 mil barriles, contaminando al menos 1187 km² de mar y 1740 km² de franja litoral.
Las olas impregnadas de petróleo alcanzaron zonas como Ancón, Santa Rosa, Aucallama y Chancay, afectando 17 playas y más de 500 hectáreas de áreas naturales protegidas. Naciones Unidas calificó el desastre como “el peor desastre ecológico en la historia del país”. El gobierno declaró 90 días de emergencia ambiental y miles de voluntarios se organizaron para limpiar playas y rescatar especies marinas cubiertas de crudo.
En los meses siguientes, Repsol fue señalada como principal responsable y sancionada con millonarias multas por el Ministerio del Ambiente, aunque hasta 2023 solo había pagado el 10% de estas. Paralelamente, la empresa inició acciones legales contra la sociedad italiana Fratelli D’Amico Armatori, propietaria del Mare Doricum, a la que responsabiliza por fallas en el amarre y operación de la nave. La petrolera española reclama una indemnización de US$ 197 millones, asegurando que ya asumió más de US$ 300 millones en limpieza y compensaciones a los afectados.
En paralelo, el Indecopi presentó una demanda de S/ 4.500 millones contra Repsol, Refinería La Pampilla y otras compañías involucradas, por daños directos y perjuicios morales. Además, en 2024 se formalizó una acción colectiva en los Países Bajos presentada por la organización Stichting Environment and Fundamental Rights, en representación de 35 mil presuntas víctimas, que reclama US$ 1.270 millones por daños.
Hoy, más de tres años después del derrame, la controversia judicial sigue abierta tanto en tribunales nacionales como internacionales. La reciente salida del Mare Doricum del Callao hacia China abre un nuevo capítulo en el caso, mientras las autoridades ambientales insisten en que su ausencia podría obstaculizar la búsqueda de responsabilidades en el mayor desastre ecológico registrado en la costa peruana.


