
La picazón en la piel, denominada también prurito, es una de las molestias más comunes y persistentes reportadas en las consultas dermatológicas, y puede tener un impacto considerable en el bienestar diario. Esta sensación, que muchas veces lleva al rascado constante, se convierte en un problema cuando afecta el sueño, la concentración o la capacidad para realizar actividades cotidianas. “Es algo que nos tomamos muy en serio. Puede tener un impacto extremadamente negativo en la calidad de vida de una persona, especialmente si altera el sueño”, explica la doctora Martina Porter, dermatóloga en el Centro Médico Beth Israel Deaconess, afiliado a Harvard.
Según la experta, la picazón generalizada es mucho más frecuente de lo que se piensa: entre el 8% y 16% de la población mundial la experimenta en un año, y hasta un 20% tendrá alguna vez picazón total a lo largo de su vida.
En tanto, en Perú, cerca del 70% de las personas presentan algún tipo de alergia, muchas veces de carácter crónico, aunque la causa suele permanecer desconocida durante años porque los afectados no consultan al especialista, según señaló la doctora Lucie Puell Ramírez, dermatóloga del Hospital Cayetano Heredia. Entre las distintas alergias destaca la dermatitis atópica, un trastorno inflamatorio que provoca enrojecimiento y picor en diversas zonas de la piel, como el rostro y las manos. La mayoría de los casos son crónicos, y quienes los padecen sufren picazón recurrente que perpetúa un ciclo de inflamación y rascado.

Causas de la picazón en la piel
La causa de la picazón puede ser tanto superficial como profunda. En muchos casos, la piel seca —frecuente en adultos mayores— es responsable del malestar, sobre todo en climas fríos o tras el uso de jabones agresivos. “La picazón generalizada puede deberse a piel seca, casos graves de ciertas afecciones cutáneas o cambios en la piel que ocurren con la edad”, detalla la doctora Porter.
No obstante, existen causas más complejas. Enfermedades cutáneas como eczema, urticaria, psoriasis, sarna, quemaduras, cicatrices, picaduras de insectos y otros trastornos dermatológicos se encuentran entre los motivos principales. Pero la picazón también puede ser síntoma de enfermedades internas. El prurito puede acompañar enfermedades renales, hepáticas, diabetes, problemas de tiroides, anemia y ciertos tipos de cáncer. Además, puede tener relación con trastornos neurológicos, psiquiátricos (como ansiedad o depresión) e infecciones como el VIH. El embarazo y algunos medicamentos también figuran en la lista de posibles responsables.
La Mayo Clinic alerta que la picazón puede, en ocasiones, no mostrar signos evidentes en la piel. Por ello, si la molestia dura más de dos semanas, afecta todo el cuerpo o viene acompañada de fiebre, pérdida de peso u otros síntomas generales, es esencial consultar al médico.

Bacteria Staphylococcus aureus
En tanto, en 2023 un equipo de científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard descubrió que la bacteria Staphylococcus aureus puede causar picazón de manera directa, sin mediar inflamación previa. El estudio, publicado en la revista Cell, mostró que los ratones expuestos a esta bacteria desarrollaron una picazón intensa y prolongada. El rascado consecutivo provocó daños en la piel que se propagaron más allá del sitio inicial y generó en los animales una hipersensibilidad inusual incluso ante estímulos normalmente inofensivos.
Los investigadores identificaron a la enzima proteasa V8 de S. aureus como responsable de activar una proteína en las neuronas sensoriales, lo que desencadena la señal de picor hacia el cerebro. “La bacteria S. aureus se encuentra en casi todos los pacientes con dermatitis atópica. Demostramos que la picazón puede ser causada por el propio microbio”, afirmó Isaac Chiu, autor principal.

Además, el equipo comprobó que la acción sobre la proteína nerviosa puede ser bloqueada con un anticoagulante ya existente y en uso clínico, lo que alivió el picor y los daños en los ratones. El hallazgo abre la posibilidad de probar este fármaco en enfermedades de la piel como el eczema, que afecta al 20% de los niños y al 10% de los adultos.
Brian Kim, dermatólogo en el Ichan School of Medicine, considera que este enfoque permite desarrollar tratamientos más precisos para el picor, sin dañar la microbiota sana. Los autores sugieren que el mecanismo podría favorecer la propagación de la bacteria, al provocar el rascado y el contacto con otras áreas o personas.
Síntomas y cómo se presenta el prurito
El prurito puede manifestarse de distintas formas. En algunos casos, afecta una zona específica (como el cuero cabelludo, los brazos o las piernas), mientras que en otros casos abarca la totalidad del cuerpo. Según la Mayo Clinic, la piel puede tener apariencia normal o presentar enrojecimiento, inflamación, marcas de rascado, bultos, ampollas, manchas escamosas y ásperas, o incluso grietas.
Uno de los principales problemas es el llamado ciclo picazón-rascado: cuanto más intensa es la comezón y más se rasca la persona, más aumenta la sensación de picazón, causando a la larga lesiones, engrosamiento (liquenificación), infección y hasta formación de cicatrices.
El prurito crónico, que se prolonga por seis semanas o más, tiene un impacto significativo en la calidad de vida, ya que puede afectar el descanso nocturno y, en casos extremos, contribuir a trastornos de ansiedad o depresión.

¿Qué hacer ante la picazón?
Cuando no se identifica la causa fácilmente, la doctora Porter recomienda realizar una historia clínica exhaustiva, análisis de sangre y, si es necesario, estudios adicionales. Es importante definir si la picazón es localizada (generalmente por una causa externa) o generalizada (que puede asociarse a una enfermedad interna).
En cuanto a los tratamientos, la base es tratar la causa principal. Cuando la picazón se debe a sequedad cutánea, Porter y la Mayo Clinic recomiendan usar cremas hidratantes sin fragancia, tomar duchas tibias (y no largas ni calientes), y emplear jabones suaves solo en zonas clave. Inmediatamente después del baño, antes de que la piel se seque por completo, se debe aplicar la crema hidratante.
Para aliviar la molestia, existen cremas que contienen mentol, pramoxina o capsaicina, que ayudan a reducir la señal de picazón, aunque pueden generar una sensación de frío, ardor o entumecimiento. En casos de inflamación localizada, se sugiere usar hidrocortisona al 1%. Si el origen del prurito es una alergia, los antihistamínicos pueden funcionar, pero Porter advierte que deben usarse con precaución, especialmente en personas mayores, por posibles efectos secundarios como somnolencia o alteraciones cognitivas.
La consulta médica es fundamental si la picazón:
- Persiste por más de dos semanas o no mejora con autocuidado,
- Es intensa y dificulta el sueño o las actividades diarias,
- Aparece de forma brusca y sin causa aparente,
- Afecta toda la superficie corporal,
- Se acompaña de síntomas generales como fiebre o pérdida de peso.
El tratamiento médico puede incluir medicamentos tópicos, orales o inyectables, fototerapia y, en casos complejos, asistencia psicológica.
Mantener la piel hidratada, evitar agentes irritantes y buscar atención médica ante síntomas persistentes o severos son claves para librarse de este problema, que, como confirman Harvard y la Mayo Clinic, puede y debe ser tratado de forma efectiva.



