
De acuerdo a un informe publicado por Unicef, la obesidad se ha convertido en la principal forma de malnutrición en la infancia y adolescencia a nivel global, por encima del bajo peso. Esta tendencia, expuesta en el documento ‘Alimentando el negocio: Cómo los entornos alimentarios ponen en peligro el bienestar de la infancia’, muestra una transformación en la salud nutricional de 188 millones de niños y adolescentes afectados por obesidad.
Se subraya que, de no implementar medidas para prevenir el sobrepeso y la obesidad infantil, los países podrían afrontar elevados costes económicos y sanitarios. Se estima que las repercusiones económicas globales rebasarán los 4 billones de dólares anuales en el año 2035. En Perú, la proyección supera los 210 mil millones de dólares como consecuencia directa de los efectos asociados al sobrepeso y la obesidad.
Las previsiones indican que más de un millón de niños, niñas y adolescentes peruanos entre 5 y 19 años vivirán con obesidad en 2030. En áreas urbanas, incluidos Lima Metropolitana, los índices de sobrepeso y obesidad afectan al 10% de los menores, mientras que en zonas rurales la cifra promedio se sitúa en torno al 5%.
Según reportó Andina, Unicef en el Perú recomienda implementar integralmente la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes (Ley 30021), que regula la venta de alimentos ultraprocesados en los centros educativos. Además, la organización sugiere fortalecer la actividad física en el ámbito escolar y comunitario, y promover espacios adecuados para el buen uso del tiempo libre a través del deporte y actividades afines.
Asimismo, plantea crear un sistema de monitoreo nutricional basado en información de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) y el Centro Nacional de Alimentación y Nutrición (Cenan), con el objetivo de evaluar avances, identificar brechas y ajustar intervenciones de manera eficiente.
Índice mundial de obesidad
De acuerdo con la organización internacional, la cifra de menores con bajo peso, a nivel internacional, ha descendido del 13% al 9,2% desde el año 2000, mientras que la prevalencia de obesidad ha pasado del 3% al 9,4%. El estudio recopila datos de más de 190 países y alerta acerca de los riesgos sanitarios y económicos que genera este cambio.
La obesidad ya supera al bajo peso en todas las regiones del planeta, salvo África Subsahariana y Asia Meridional, y los entornos alimentarios poco saludables tienen un papel determinante en la expansión de este problema.
La directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, remarcó a Andina que “cuando hablamos de malnutrición, ya no nos referimos solamente a los niños y niñas con bajo peso”. “La obesidad es un problema cada vez más alarmante (...) Los alimentos ultraprocesados están desplazando cada vez más el consumo de fruta, verdura y proteínas en un periodo de la vida en el que la nutrición es esencial para el crecimiento, el desarrollo cognitivo y la salud mental de los niños y niñas”, agregó.
El documento detalla que, en el mundo, existen 391 millones de niños, niñas y adolescentes de entre 5 y 19 años con sobrepeso, lo que representa uno de cada cinco menores. De esa población, una proporción significativa cumple criterios de obesidad, situación vinculada a la mayor presencia de alimentos ultraprocesados y a los mecanismos de publicidad dirigida a públicos jóvenes desde plataformas digitales.

Los entornos alimentarios como factor de riesgo
Unicef explica que la alimentación y la salud nutricional infantil no dependen en exclusiva de decisiones personales, sino que son resultado de los entornos alimentarios actuales, donde los alimentos ultraprocesados y la comida rápida ocupan un espacio predominante.
Esta comida presenta altas proporciones de azúcar, almidón refinado, sal, grasas poco saludables y aditivos. El informe advierte que estos productos se encuentran al alcance en tiendas y escuelas, mientras que la publicidad digital facilita que la industria de alimentos y bebidas llegue a audiencias infantiles con gran facilidad.
En el caso de los países con ingresos bajos y medianos, la prevalencia de sobrepeso y obesidad sigue una tendencia ascendente entre escolares y adolescentes, aunque persisten problemas tradicionales como emaciación y retraso del crecimiento en menores de cinco años. Por su parte, las naciones de altos ingresos experimentan tasas elevadas de obesidad infantil. El informe ilustra que Chile registra un 27% de obesidad en menores de entre 5 y 19 años, mientras que en Estados Unidos la proporción es del 21%.



