La maravilla mundial Machu Picchu, ubicada en Cusco (Perú) atraviesa nuevamente una crisis que afecta a miles de visitantes nacionales y extranjeros. A los problemas para adquirir entradas —con largas colas virtuales y físicas que han generado malestar en las últimas semanas— se ha sumado ahora la falta de buses para trasladar a los turistas desde Aguas Calientes hasta la ciudadela inca, situación que ha encendido las protestas en Cusco.
Crisis por la transición de empresas de transporte
En los últimos días, operadores turísticos, visitantes y pobladores han manifestado su preocupación por la confusión generada tras el vencimiento de la concesión de la empresa Consettur, que durante tres décadas tuvo a cargo el transporte hacia el santuario histórico. La Municipalidad de Urubamba designó de manera temporal a la empresa San Antonio de Torontoy como reemplazo por un periodo de cuatro meses; sin embargo, este cambio no se ha implementado de forma ordenada.

Según reportes recogidos por Latina Noticias, los buses de la nueva operadora permanecen varados en Hidroeléctrica a la espera de ser trasladados hacia Machu Picchu. La empresa ferroviaria PerúRail debía realizar el transporte de las unidades, pero existen versiones contradictorias: algunos señalan que no se ha cancelado la tarifa correspondiente, mientras otros afirman que, pese al pago, no hay voluntad de ejecutar el traslado. No obstante, Consettur continúa brindando el servicio pese a que su concesión ya caducó.
Cabe recordar que el último domingo, Consettur suspendió el servicio de traslado por un periodo de tres horas, causando malestar en turistas que se vieron obligados a recorrer a pie el camino hacia la ciudadela inca. El representante legal de Consettur, César Mosqueira, manifestó que esta decisión se debió a “motivos de seguridad”, pues dijo que una unidad del consorcio sufrió un ataque de desconocidos el último sábado.
Las protestas en la ruta ferroviaria y en el paradero de buses han puesto en alerta a la Policía, que vigila la zona para evitar bloqueos y garantizar la seguridad de los turistas. Por ahora, las manifestaciones han sido pacíficas, aunque el Frente de Defensa de Machu Picchu anunció paros preventivos de 24 y 48 horas para los próximos días.
Turismo en riesgo por descoordinación

El vicepresidente de la Cámara de Turismo de Cusco, Juan Stoessel, criticó la falta de coordinación entre las autoridades responsables. “Estamos hablando de tres ministerios, varias municipalidades y el gobierno regional. Nadie toma decisiones finales. Machu Picchu necesita urgentemente un ente único que lo administre de manera profesional y moderna”, señaló en entrevista con Canal N.
El panorama se complica aún más con el anuncio de una huelga general los días 15 y 16 de septiembre, justo en plena temporada alta. De concretarse, la paralización afectaría seriamente al turismo, principal motor económico de la región.
Mientras tanto, los turistas se ven obligados a soportar largas esperas, incertidumbre en sus planes de viaje y un servicio que, pese a tratarse de uno de los destinos más reconocidos del mundo, muestra una organización precaria y desordenada.