
En el día a día, nadie está exento de presenciar una emergencia de salud en la calle, en el trabajo o incluso en casa. Una de las situaciones más impactantes es presenciar una crisis epiléptica. En el Perú, de acuerdo con cifras del Ministerio de Salud (Minsa) y del Seguro Social de Salud (EsSalud), la epilepsia es uno de los trastornos neurológicos crónicos más frecuentes: afecta aproximadamente al 1% de la población, lo que equivale a miles de personas que viven con esta condición.
Sin embargo, el desconocimiento sobre cómo actuar en una crisis epiléptica es común y puede llevar a cometer errores que ponen en riesgo al paciente. Por ello, es fundamental saber cómo reconocer los síntomas de una crisis, qué acciones tomar para ayudar de manera segura y, sobre todo, qué cosas evitar. Tener esta información puede marcar una gran diferencia entre brindar un apoyo adecuado o empeorar la situación sin quererlo.
¿Qué hacer si una persona tiene una crisis epiléptica?

Si una persona sufre una crisis epiléptica, lo más importante es mantener la calma y actuar con rapidez siguiendo estas recomendaciones:
- Proteger a la persona de golpes o caídas: si está de pie, ayudarla a recostarse en el suelo en un lugar seguro. Retirar objetos duros o peligrosos alrededor para evitar lesiones.
- Colocarla de lado: esta posición permite que las vías respiratorias permanezcan despejadas y disminuye el riesgo de atragantamiento con saliva o vómito.
- Aflojar la ropa ajustada: especialmente en el cuello, para facilitar la respiración.
- Controlar el tiempo de la crisis: la mayoría dura entre 1 y 3 minutos. Si la convulsión se prolonga más de 5 minutos, se debe llamar de inmediato a una ambulancia.
- Quedarse al lado de la persona: acompañarla hasta que recupere la conciencia y tranquilizarla cuando la crisis finalice, ya que puede sentirse confundida o desorientada.
- Buscar ayuda médica: si es la primera crisis, si la persona está embarazada, es un adulto mayor o si presenta lesiones tras la convulsión, es indispensable acudir a un servicio de emergencia.
Cosas que no se deben hacer durante una crisis epiléptica

Existen muchos mitos sobre cómo actuar en una crisis epiléptica. Algunas prácticas son peligrosas y deben evitarse:
- No introducir objetos en la boca: el mito de colocar una cuchara u otro objeto para evitar que la persona “se trague la lengua” es falso y muy riesgoso, ya que puede causar lesiones o asfixia.
- No sujetar con fuerza a la persona: intentar detener sus movimientos solo genera más daño físico. Es mejor dejar que la crisis siga su curso.
- No darle agua, alimentos ni medicinas: durante la convulsión existe riesgo de atragantamiento. Estos deben administrarse únicamente cuando la persona esté completamente consciente.
- No perder la calma ni asustar al paciente: gritar o agitarlo puede aumentar la confusión al despertar.
- No mover a la persona innecesariamente: salvo que esté en un lugar peligroso (cerca de una escalera, en la calle o junto a objetos cortantes), es mejor no trasladarla.
Síntomas de una crisis epiléptica
Las crisis epilépticas no siempre son iguales. Algunas son muy evidentes, con convulsiones, pero otras son más sutiles. Reconocer los síntomas ayuda a actuar a tiempo:
- Crisis generalizadas tónico-clónicas: son las más conocidas. La persona pierde el conocimiento, cae al suelo, presenta rigidez muscular seguida de movimientos bruscos e incontrolables. Puede haber pérdida de control de esfínteres y dificultad para respirar.
- Crisis de ausencia: suelen durar pocos segundos. La persona se queda mirando fijo, parece desconectada de la realidad y no responde al entorno.
- Crisis focales: afectan solo una parte del cerebro. Los síntomas incluyen movimientos involuntarios en una parte del cuerpo, sensaciones extrañas, confusión o comportamientos repetitivos.
- Síntomas previos (aura epiléptica): algunas personas sienten señales antes de una crisis, como mareos, alteraciones visuales, sensaciones de hormigueo o cambios emocionales repentinos.