En un operativo policial realizado en el asentamiento humano Ramal Playa, en Chimbote, la Policía Nacional del Perú (PNP) descubrió una vivienda que había sido transformada en una falsa comisaría policial y una oficina de la empresa de encomiendas Shalom. El lugar funcionaba como fachada de una banda criminal dedicada a cometer estafas a través de internet.
Las paredes del inmueble estaban pintadas de verde, color característico de las dependencias policiales, y en su interior se colocaron chalecos, distintivos y mobiliario para simular un puesto oficial. A un costado, los delincuentes instalaron un espacio decorado como si fuera una agencia de envíos, con logotipos falsificados, mostradores e incluso un código QR de Yape para aparentar legalidad y ganarse la confianza de las víctimas.

Modus operandi de la organización
Según la información brindada por la PNP, la organización ofrecía en internet productos a precios atractivos, entre ellos motocicletas y electrodomésticos. Una vez que los interesados aceptaban la transacción, eran instruidos para realizar los pagos con la promesa de que el envío se efectuaría a través de la supuesta oficina de Shalom.
La apariencia del local daba credibilidad a la operación, lo que convencía a los compradores de que estaban ante una transacción legítima. Sin embargo, tras depositar el dinero, las víctimas nunca recibían los productos. Este mecanismo permitió a la banda acumular múltiples estafas contra ciudadanos de distintas partes del país.

Operativo policial y detenciones
La Policía Nacional intervino el inmueble tras identificar la modalidad delictiva y detuvo a siete personas vinculadas a la organización criminal. Los presuntos integrantes fueron trasladados a la comisaría correspondiente para continuar con las investigaciones.
Durante la intervención, los agentes también decomisaron los objetos utilizados para montar la farsa, entre ellos mobiliario, chalecos, logos falsificados, material impreso y equipos electrónicos como POS que reforzaban la imagen de un negocio formal. Las autoridades informaron que las pesquisas continúan con el objetivo de determinar el número exacto de víctimas y si existen otros inmuebles operando bajo la misma modalidad en la zona. Tampoco se descarta que la banda haya funcionado durante varios meses antes de ser desarticulada.

El caso refleja una tendencia creciente de delitos informáticos en el país. Según cifras de la Dirección de Investigación de Ciberdelincuencia de la PNP, en lo que va del año se han registrado 4.349 denuncias por fraudes y estafas virtuales, lo que demuestra la magnitud del problema y la necesidad de reforzar los mecanismos de prevención y respuesta.
Canales de denuncia para la ciudadanía
Frente a esta situación, la Policía Nacional recordó que los ciudadanos cuentan con la Central de Emergencias 105, disponible las 24 horas, para denunciar hechos delictivos. Además, pueden comunicarse a través de los números de WhatsApp 964 605 570 y 942 479 506, o acudir directamente a la comisaría más cercana para formalizar sus denuncias.

Las autoridades exhortaron a la población a mantenerse alerta frente a ofertas sospechosas en internet y a verificar siempre la legitimidad de las empresas con las que realizan transacciones. La PNP insistió en que la colaboración ciudadana es clave para frenar las estafas y fortalecer la lucha contra el crimen organizado en el país.