El regreso de Christian Cueva al Perú no solo generó expectativas por el reencuentro con sus hijos, sino también controversia por la manera en que decidió mostrarse públicamente.
Tras varios meses de distancia y luego de llegar a un acuerdo con su expareja Pamela López, el futbolista pudo finalmente compartir tiempo con los menores, aunque lo hizo bajo un llamativo resguardo de seguridad privada que no pasó desapercibido.
Durante la edición del 1 de septiembre de su programa, Magaly Medina se refirió al tema y lanzó ácidos comentarios sobre la exagerada escolta que acompañó al volante peruano en sus salidas por Lima.

“Lo que me ha asombrado a mí es por qué Christian Cueva tiene que andar con dos a tres gorilones siguiéndolo por todos lados, por el Jockey Plaza. Ni siquiera Messi, cuando va a comprar al centro comercial frente a su departamento en Miami Beach, anda con esa parafernalia. Ni siquiera él, que tiene millones, va solo con su carrito a comprar sus cosas”, expresó con ironía.
En medio de estas críticas, surgieron también revelaciones de la propia Pamela López, quien explicó cómo se coordinó el esperado reencuentro de Cueva con sus hijos.
En entrevista con Magaly TV, La Firme, la madre de los tres pequeños contó que tuvo que ceder en su decisión de mantenerlo bloqueado en su teléfono. “Tuve que desbloquearlo para poder tener la comunicación como padres. Me escribió para decirme que los iba a recoger (a sus tres hijos) y también los dejó”, comentó.

Con serenidad, López aclaró que nunca le prohibió al futbolista compartir con los menores. “Él tenía libre albedrío para salir con mis hijos”, sostuvo, recalcando que la distancia se debió más a la falta de iniciativa del propio jugador que a una restricción de su parte.
Las cámaras del programa captaron el encuentro del fin de semana pasado, donde se vio al popular Cuevita junto a sus tres hijos en un restaurante de comida rápida. Las imágenes mostraron un momento emotivo: los niños disfrutando de la compañía de su padre tras casi diez meses sin verlo. Posteriormente, el grupo se retiró, nuevamente, bajo estricta custodia.
Este detalle volvió a ser cuestionado por Magaly Medina, quien no entendía la necesidad de semejante despliegue. “¿Cuál sería el propósito? ¿Alguien le va a pegar? ¿Alguien le va a hacer algo? ¿Un mar de gente se le va a acercar a pedirle autógrafos o fotos? No, nadie. Y que fuera funcionario del Estado, ministro de Estado. ¡Qué huachafo atorrante, qué horror!”, lanzó.
