“Perú es un país inseguro”. Esas fueron las declaraciones de un allegado a Zetro Leonardo Purba, funcionario de la Embajada de Indonesia en el Perú que fue asesinado la noche del 1 de septiembre en la puerta de su edificio en Lince. El crimen ha causado conmoción internacional, pues evidencia la grave situación de criminalidad que atraviesa el país.
Consciente de la repercusión y la gravedad del atentado, el ministro de Relaciones Exteriores, Elmer Schialer, se comprometió con su homólogo indonesio a dar seguimiento exhaustivo a las investigaciones para identificar a los responsables. El canciller aseguró que el Perú saldrá a explicar lo ocurrido, siempre con “la frente en alto”.
“Esto es algo que va a repercutir en los medios internacionales y que, por supuesto, nosotros tendremos a que salir a dar las explicaciones del caso. (...) Y vamos a tener que explicar todo esto. Por supuesto. Y esto lo vamos a hacer con la frente en alto y con la verdad en la mano”, declaró.
Schialer remarcó que el asesinato de Zetro Leonardo Purba es un llamado de atención para que todos los peruanos, tanto autoridades como ciudadanos, trabajen unidos en la lucha contra la inseguridad.
“Este es un campanazo más, una llamada más de atención que el principal problema que tiene nuestra querida patria es la inseguridad”, señaló, al subrayar que la violencia y el crimen organizado han sobrepasado hace tiempo los límites y la capacidad del Estado.
La magnitud del hecho se agrava porque la víctima representaba a un país con el que el Perú mantiene una relación bilateral en expansión, marcada recientemente por la visita de la presidenta Dina Boluarte a Yakarta, capital de Indonesia.
La reacción inmediata de la Cancillería
Tras conocerse el asesinato, la Cancillería activó de inmediato los protocolos previstos para estos casos. El director del Ceremonial del Estado se trasladó a la clínica donde Purba fue atendido tras el ataque, en cumplimiento de las normas diplomáticas. En el lugar ya se encontraban representantes del Ministerio Público y agentes de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), quienes iniciaron las primeras diligencias para esclarecer el crimen.
“Inmediatamente se le auxilió. Lamentablemente, no pudo ser salvada su vida. Y por supuesto que la Cancillería, apenas conocido el hecho, minutos más tarde se apersonó (…) para ver todos los detalles en una clínica local donde estaba internado el ya fallecido señor Purba”, relató Schialer.
El canciller explicó que informó de inmediato a la presidenta Dina Boluarte y, posteriormente, se comunicó con su homólogo indonesio, a quien transmitió las condolencias oficiales, solicitando que estas fueran trasladadas al presidente de Indonesia. “Le expresé las condolencias de la señora presidenta de la República para que se las tramitara también al presidente (…) Lo mismo hice yo con el canciller indonesio, mi homólogo, y le garanticé que vamos a ir hasta el fondo”, subrayó.
Asimismo, recalcó que el Gobierno peruano brinda asistencia directa al embajador de Indonesia en Lima con el fin de facilitar las gestiones diplomáticas y logísticas necesarias tras la tragedia. “Estamos apoyando al máximo posible al embajador (…) para que pueda tener todo el apoyo necesario en las gestiones que ahora toca realizar”, precisó.
La Cancillería, concluyó Schialer, asume la responsabilidad de acompañar tanto a la familia de la víctima como a la misión diplomática en un momento crítico que no solo enluta a Indonesia, sino que también impacta en la imagen del Perú ante la comunidad internacional.
