
Perú, país estrella en la agroexportación, según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR), al 2024, la industria agroexportadora representó el 4.6% del Producto Bruto Interno (PBI) del Perú, con una generación aproximada de 12 784 millones de dólares para la economía nacional y el incrementó de 17.1% en exportaciones.
Estos números nos dan indicios claros de lo que podría representar este sector productivo para el desarrollo de empleo en el país, más aún cuando la actividad agrícola ha alcanzado un nivel preponderante para los intereses nacionales e internacionales, al posicionar al territorio como uno de los principales puntos de producción de alimentos e insumos a nivel mundial.
En ese panorama, indudablemente, las inversiones en el sector, tanto públicas como privadas, o en asociación entre ellas, impactarían directamente en la economía nacional, al mismo tiempo que garantizarían rentabilidad del movimiento de capitales. A ello se suma su contribución al Objetivo de Desarrollo Sostenible referido al hambre cero.
En la búsqueda de un crecimiento sostenido del sector encontramos obstáculos propios en la cadena productiva, principalmente al momento de la venta, debido a los límites de vida útil de los productos, lo que llega a disminuir la cantidad total de productos disponibles para el mercado nacional e internacional. Prueba de ello es que, en el 2023, el Perú contaba con un promedio de 12.8 millones de toneladas anuales de alimentos malogrados y desechadas, lo que representó el 47.6% de los alimentos disponible por año, según el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS). Asimismo, los resultados de la Evaluación de la Seguridad Alimentaria ante Emergencias (ESAE) en 2021 estimaron que el 51% de hogares peruanos se encuentran en inseguridad alimentaria.
En esa dirección es importante promover proyectos que contribuyan con la ampliación del tiempo de vida útil de los productos agrícolas y que, como resultado, sea menor el rango de productos malogrados o desechados y que además aporten valor con tecnologías modernas y seguras para la preservación de los productos.
En la línea de la iniciativa Atoms4Food del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) al cual el Perú está adherido, el enfoque de seguridad alimentaria del Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), busca reducir la inseguridad alimentaria nacional a través de los usos pacíficos de la energía nuclear y sus técnicas derivadas, venimos trabajando en un objetivo concreto: la recuperación de la Planta de Irradiación Multiusos (PIMU) ubicado en el distrito de Santa Anita, en Lima para ser puesto al servicio del país.
Esta planta perteneciente al IPEN venía siendo utilizada a través de un proyecto de asociación público privada con dos empresas denominada INMUNE cuyo objetivo era contribuir al desarrollo de la industria agroexportadora. Sin embargo, diferentes situaciones de incumplimiento contractual de dichas empresas, ocasionaron que esta técnica especializada de irradiación, de alimentos cuyo propósito es garantizar la calidad y extender el tiempo de vida de los productos, sean brindadas sin los estándares correspondientes y sin las licencias respectivas. Por estas y otras razones, el IPEN entabló las acciones legales correspondientes.
De esta forma, mediante Resolución 2 de fecha 7 de setiembre de 2023 del 12° Juzgado Comercial de la Corte Superior de Lima, se resolvió que la ejecutada Inmune S.A. restituya al IPEN el inmueble ubicado en el distrito de Santa Anita. Sin embargo, una apelación retrasó la ejecución de la resolución, confirmada el 27 de enero de 2025. Hasta la fecha, el IPEN está a la espera de la expedición del exhorto para el lanzamiento.
Recuperar esta infraestructura pública significaría la obtención de un recurso de interés público nacional para el impulso y fortalecimiento de la industria agraria y agroexportadora. La irradiación de alimentos representa una alternativa limpia frente a otras técnicas de preservación y es recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Actualmente, el IPEN viene trabajando alternativas de gestión para el relanzamiento de esta infraestructura tecnológica especializada, ya sea desde la inversión pública o privada, una asociación entre ambas, o a través de los auspicios del OIEA, con quienes se cuenta con acuerdos suscritos para el soporte en este tipo de actividades. Además, en la mesa de trabajo tenemos dos proyectos de inversión de plantas de irradiación, a ser ubicadas en las zonas de Paita en Piura y Carabayllo en Lima, debido a su alto potencial agrícola y comercial.
Los desafíos que enfrentamos en el IPEN nos dirigen a trabajar enfocados en la ampliación de la institucionalidad de la organización y sus capacidades, así como en el fortalecimiento de buenas prácticas y proyectos que no solo aspiren al desarrollo institucional interno, sino que signifiquen una solución a las problemáticas nacionales productivas y al cierre de brechas socioeconómicas. Nuestra meta es, hacer que la ciencia no solo se plasme en el papel, sino que se refleje en el bienestar de la sociedad y en su economía.
